El mundo de la Fórmula 1 está en llamas con la última represión a la ‘explotación’ en el deporte. La FIA ha tomado una postura decisiva para abordar el problema de los alerones flexibles, un tema que ha causado tumulto entre los equipos, particularmente después de las quejas de la temporada pasada, con McLaren en el centro de la tormenta.
En un intento por nivelar el campo de juego y asegurar una competencia justa, la FIA ha introducido nuevas y más rigurosas pruebas de carga-deflexión para varias partes de los coches. El enfoque ha estado en abordar las preocupaciones relacionadas con el alerón trasero, incluyendo la prevención de aperturas de ‘slot gap’ en el sistema DRS, que podrían potencialmente crear un efecto mini-DRS.
Nikolas Tombazis, director de Monoplazas de la FIA, enfatizó la necesidad de pruebas más estrictas en respuesta a la intensificación del escrutinio de los coches de los demás por parte de los equipos, especialmente durante las reñidas batallas por el campeonato. Las regulaciones de 2025 han sido diseñadas para combatir cualquier ventaja potencial obtenida al doblar las reglas, particularmente en términos de aerodinámica.
Se otorgó a los equipos un período de gracia para realizar ajustes en sus alerones delanteros para cumplir con las nuevas regulaciones, optando la FIA por un enfoque gradual para evitar cargas financieras innecesarias sobre los equipos. El objetivo es claro: reducir la flexión de la carrocería y prevenir que los equipos exploten lagunas para obtener una ventaja injusta en la pista.
Bajo las regulaciones técnicas revisadas, todos los coches se someterán a nuevas pruebas de carga para asegurar el cumplimiento. La FIA ha endurecido las restricciones sobre la deflexión vertical bajo carga, con el objetivo de limitar cualquier flexibilidad excesiva que pudiera llevar a ganancias en el rendimiento.
Tombazis se mantiene vigilante sobre el mantenimiento de la equidad en el deporte, insinuando ajustes adicionales en el futuro para abordar cualquier problema emergente. El enfoque está en preservar la integridad del deporte y asegurar que los equipos compitan en un campo de juego nivelado.
A medida que los entusiastas de la Fórmula 1 esperan ansiosamente la próxima carrera, el impacto de estos cambios regulatorios está destinado a alterar la dinámica en la pista. Con la represión de la FIA contra la explotación, el escenario está preparado para una temporada emocionante y ferozmente competitiva por delante.