Las recientes discusiones sobre un nuevo fabricante de equipos originales (OEM) que se une a NASCAR han causado bastante revuelo en el mundo de los deportes de motor. La especulación sobre Honda convirtiéndose en el cuarto fabricante o el regreso de Dodge ha sido abundante. El presidente de NASCAR, Steve Phelps, ha estado optimista sobre la posibilidad, confirmando «discusiones robustas» con un nuevo fabricante no revelado para la serie de carreras de autos de stock.
La perspectiva de nuevos OEMs ingresando a NASCAR también ha sido respaldada por Doug Yates, el Presidente/CEO de Roush Yates Engines, una empresa que ha mostrado un gran interés en este desarrollo. Roush Yates Engines, establecida en 2003 por Robert Yates, Doug Yates y Jack Roush en asociación con Ford Motor Company, es actualmente el principal constructor de motores Ford en las series Cup y Xfinity, así como en equipos de Ford Performance y la serie IMSA Michelin Pilot Challenge. La firma, junto con Hendrick Motorsports, es uno de los principales constructores de motores en el deporte.
Dada su posición e involucramiento, Doug Yates podría tener información exclusiva sobre la incorporación de un cuarto OEM a NASCAR. Expresó su optimismo sobre el asunto en una entrevista con Sirius XM NASCAR Radio, sugiriendo que nuevos OEMs podrían ingresar a la serie Cup en los próximos tres a cinco años.
NASCAR ha estado operando con Honda, Toyota y Chevy durante más de una década desde la salida de Dodge en 2012. El momento parece perfecto para que un nuevo fabricante se una, especialmente después de una temporada 2024 intensamente competitiva. A diferencia de la Fórmula 1, donde el dominio está en manos de Red Bull Racing, o IndyCar, donde los equipos dependen de Honda y Chevrolet, NASCAR presenta un campo abierto, listo para que un nuevo OEM se vuelva instantáneamente competitivo.
Honda, un jugador significativo en el campo de IndyCar, ha sido el fabricante más especulado para unirse a NASCAR. Sin embargo, la compañía ha estado experimentando tensiones financieras debido al aumento de los costos de producción de los motores V6 twin-turbo de 2.2 litros y al apoyo a 16 a 18 equipos. Esto podría resultar en que Honda no renueve su contrato de suministro de motores más allá de 2026, abriendo la puerta a su entrada en NASCAR.
En otro desarrollo emocionante, informes sugieren que se ha realizado una presentación formal por parte de un antiguo OEM, presumiblemente Dodge, expresando interés en volver a unirse a NASCAR. A pesar de la considerable inversión financiera y el uso continuo de motores V8 que han sido obstáculos en el pasado, NASCAR parece estar avanzando en la atracción de fabricantes. Dodge, que se retiró de NASCAR hace más de una década, ahora está deseosa de regresar y competir en la Truck Series.
Dodge ha tenido un notable éxito en la Truck Series anteriormente, ganando el Campeonato de Fabricantes en 2001, 2003 y 2004. La introducción del motor Ilmor de especificación en 2018 ha reducido los costos para los equipos y ha facilitado la entrada de fabricantes en el deporte, lo que podría facilitar la reentrada de Dodge. La marca estadounidense también tiene planes de regresar a la Cup Series y está explorando fabricantes de motores para realizar esta ambición. ¿Podría Honda potencialmente llenar este papel? Solo el tiempo lo dirá.
Este conjunto de desarrollos reafirma la imagen de NASCAR como un deporte dinámico y en evolución, atrayendo nuevos jugadores y reviviendo viejas rivalidades. A medida que los detalles continúan desarrollándose, los fanáticos y las partes interesadas esperan con ansias el próximo capítulo en el crecimiento de NASCAR.