Los equipos de Fórmula 1 en Bahréin fueron sorprendidos por un raro cambio en medio del fin de semana que podría impactar significativamente el próximo Gran Premio de Bahréin. Los pilotos expresaron su frustración por la falta de agarre causada por las temperaturas extremas durante el primer día de acción.
En un movimiento sorprendente, Pirelli, el proveedor de neumáticos de F1, anunció que reducirían las temperaturas de los neumáticos traseros en una psi para el resto del fin de semana, bajándola de 21 psi a 20 psi. Este ajuste es inusual ya que los cambios en la presión de los neumáticos normalmente van en la dirección opuesta durante un fin de semana de carrera.
La última vez que se produjo un ajuste de presión de neumáticos a mitad de fin de semana fue durante el Gran Premio de Italia de 2016. La decisión de bajar las presiones en Bahréin está impulsada por la necesidad de mejorar el rendimiento de los neumáticos, especialmente para los desafiantes neumáticos traseros que han sido difíciles de manejar en el calor.
Las temperaturas abrasadoras en Bahréin han representado un desafío significativo para los equipos, con el actual campeón mundial Max Verstappen describiendo las condiciones como «difíciles» y carentes de agarre. El calor inesperado ha llevado a temperaturas excesivas en los neumáticos traseros, afectando los tiempos por vuelta y el rendimiento general.
McLaren parecía tener una ventaja en la gestión de neumáticos durante las sesiones de práctica del viernes, con datos de telemetría que mostraban su capacidad para mantener los neumáticos en la ventana de funcionamiento óptima durante períodos más largos. El ajuste de presión por parte de Pirelli tiene como objetivo abordar las presiones más altas de lo anticipado causadas por el calor, ayudando a los equipos que luchan con la gestión de neumáticos.
Mientras los competidores de McLaren esperan capitalizar el cambio de presión para nivelar el campo de juego, el equipo con sede en Woking también enfrentó desafíos el viernes. El piloto Lando Norris describió las condiciones como «impactantes», destacando el impacto de las temperaturas extremas en el rendimiento.
A medida que los equipos se adaptan a las presiones de neumáticos revisadas, el Gran Premio de Bahréin promete un emocionante y impredecible fin de semana de carrera, donde incluso pequeños ajustes pueden marcar una diferencia significativa en el ferozmente competitivo mundo de la Fórmula 1.