Además de fabricar automóviles, la empresa china Chery también cuenta con una avanzada división de robótica, responsable, por ejemplo, de la creación de Mornine, un robot altamente inteligente y autónomo que busca revolucionar la interacción entre máquinas y humanos. Presentado en una de las reuniones anuales de nuevas tecnologías de Chery, el robot asistente fue uno de los puntos destacados del evento, mostrando los avances logrados por la empresa en los campos de la robótica, la computación y los sistemas autónomos.
Definido como un AiMOGA (Algoritmo Genético Multi-Objetivo de Inteligencia Artificial), es decir, como un ejemplo de Inteligencia Artificial con un Algoritmo Genético Multi-Objetivo, este robot surgió de la idea de Omoda, una de las marcas del grupo Chery, de crear un «avatar» realista que pudiera atraer a la Generación Z, aunque su apariencia, con la exposición parcial de un rostro femenino, termina evocando más al cyborg Robocop, creado en Hollywood… Dejando de lado las similitudes casuales, Mornine fue inicialmente inventado para el mundo virtual, pero los directivos de la marca decidieron trasladar al asistente virtual al mundo real, con prototipos ya presentados anteriormente, y la habilidad de la última versión ya le permite asistir en la venta de automóviles en concesionarios en Malasia.
Ahora, en otro paso importante, Mornine se ha convertido en el primer robot humanoide del mundo en obtener la certificación completa de la Unión Europea, que abarca tanto el hardware como el software: desarrollado por la división AiMOGA Robotics de Chery, el sistema ha obtenido tres certificaciones importantes – CE-MD (Seguridad de Máquinas), CE-RED (Equipos de Radio) y EN 18031 (Ciberseguridad y Protección de Datos) – que reflejan la creciente experiencia de Chery en ingeniería inteligente y tecnologías del futuro. En el contexto de evolución constante, Chery anticipa que este robot AiMOGA podría expandir su presencia a escenarios de interacción humano-máquina de alta frecuencia, como centros comerciales, exposiciones, cines y centros de servicios gubernamentales, pero también a espacios más emocionales, incluyendo escuelas y centros de atención a ancianos.