En un giro de eventos que quita el aliento en la prestigiosa Indy 500, la carrera del pole-sitter Robert Shwartzman tomó un giro catastrófico cuando se estrelló contra los mecánicos durante una parada en boxes que salió mal. Shwartzman, un novato, hizo historia al comenzar al frente del grupo, pero su ventaja se evaporó rápidamente mientras se salía de control en la calle de pits, causando caos y poniendo en peligro al equipo de mecánicos.
A pesar de la aterradora colisión, los mecánicos involucrados parecían haber escapado de lesiones graves, con uno visto sentado erguido en una camilla. La tensión solo aumentó cuando otro piloto, Takuma Sato, líder de la carrera en ese momento, cometió un error en la calle de pits, perdiendo tiempo valioso y sumando al caos de la calle de pits.
Justo momentos antes del desastre de Shwartzman en la calle de pits, Rinus VeeKay tuvo un giro a alta velocidad que hizo que se acercara a los mecánicos, evitando por poco un resultado potencialmente catastrófico. La calle de pits en la Indy 500 se convirtió en un campo de batalla de habilidad y suerte, donde las decisiones en fracciones de segundo podían significar la diferencia entre la victoria y el desastre.