A medida que Lewis Hamilton se prepara para su muy anticipado traslado a Ferrari en 2025, el ex campeón de F1 Mika Hakkinen ha aconsejado al siete veces campeón del mundo que tenga una conversación honesta con la Scuderia sobre sus capacidades de rendimiento. En medio de una difícil campaña en 2024, surgen preguntas sobre la capacidad de Hamilton para regresar a su forma ganadora de campeonatos.
Un traslado soñado bajo escrutinio
La asociación de Hamilton con Ferrari, anunciada con gran fanfarria mundial el año pasado, representa la realización de un sueño de infancia. Conducir para Ferrari, el equipo más emblemático de la Fórmula 1, es un logro culminante para cualquier piloto. Sin embargo, la decepcionante temporada de 2024 del británico, donde terminó en un séptimo lugar, el peor de su carrera, en el Campeonato de Pilotos, ha suscitado dudas sobre su capacidad para rendir en Maranello.
Aunque gran parte de las dificultades de Hamilton se atribuyeron al poco cooperativo Mercedes W15, sus decepcionantes resultados han generado un debate sobre si su tiempo en la cima está llegando a su fin.
El consejo de Hakkinen: Habla
Mika Hakkinen, dos veces campeón del mundo, reflexionó sobre sus propias experiencias y instó a Hamilton a ser transparente con Ferrari sobre sus expectativas y límites de rendimiento.
“Si algo similar le ha sucedido, tiene que hablar”, dijo Hakkinen. “Él es la persona adecuada para responder a eso, pero ahora se ha comprometido para el futuro. Así que, estoy seguro de que trabajará en ello para corregir las cosas este año.”
Los comentarios de Hakkinen reflejan los sentimientos de muchos en el paddock que creen que Hamilton debe afirmarse desde el principio para asegurar que Ferrari le proporcione un coche competitivo y un entorno que fomente el éxito.
Instalándose en Maranello
A pesar del escrutinio, la llegada de Hamilton a Ferrari ha sido recibida con entusiasmo. El liderazgo del equipo está ansioso por hacer que el británico se sienta como en casa, con la esperanza de desbloquear el mismo fuego y determinación que trajo a Mercedes en 2013, un movimiento que finalmente dio como resultado seis títulos.
Hamilton también es optimista sobre la transición. “Se necesita tiempo para construir nuevas relaciones y aprender las herramientas y todo eso,” dijo. “Entrar en el próximo año [2025] con ese mismo enfoque, esa misma fuerza que tenía cuando me uní a Mercedes y con, en última instancia, ese salto de fe, creo que es emocionante y estimulante.”
El factor Leclerc: Una rivalidad interna en ciernes
El camino de Hamilton hacia la dominancia en Ferrari no estará exento de obstáculos. El principal de ellos es Charles Leclerc, quien ha sido durante mucho tiempo el niño de oro de la Scuderia. El piloto monegasco, decidido a mantener su estatus como la principal prioridad de Ferrari, es poco probable que ceda su posición sin luchar.
Esta posible rivalidad intraequipo podría reflejar los primeros años de Hamilton en Mercedes, donde luchó contra Nico Rosberg por la supremacía. Sin embargo, la dirección de Ferrari necesitará encontrar un equilibrio para asegurar que el equipo funcione de manera cohesiva mientras fomenta una competencia saludable.
2025: Una temporada decisiva
El traslado de Hamilton a Ferrari representa tanto una oportunidad como un desafío. Con su reputación como el GOAT de la Fórmula 1 en juego, el piloto de 39 años debe demostrar que aún tiene el hambre y la habilidad para competir por campeonatos.
Mientras el paddock zumbra con especulaciones sobre su futuro, Hamilton se mantiene enfocado en hacer historia en Maranello. Su éxito dependerá no solo de su propio rendimiento, sino también de la capacidad de Ferrari para entregar un coche capaz de competir con Red Bull y McLaren.
Un legado en construcción
A medida que Hamilton comienza este nuevo capítulo, las apuestas no podrían ser más altas. Si tiene éxito, consolidará su legado como el mejor piloto en la historia de la Fórmula 1. Si falla, las preguntas sobre su decisión de dejar Mercedes persistirán.
Por ahora, todos los ojos están puestos en Hamilton mientras se prepara para ponerse el icónico overol rojo y asumir el desafío de llevar a Ferrari de vuelta a la gloria del campeonato.