La temporada 2024 de Fórmula 1 de Max Verstappen no solo se caracterizó por su brillantez en la pista, sino también por una acalorada controversia fuera de ella con el presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem. Después de un desacuerdo público sobre el uso de un lenguaje colorido por parte de Verstappen durante una conferencia de prensa, las tensiones aumentaron entre el actual campeón mundial y el organismo rector del deporte. Sin embargo, parece que ambas partes han optado por una tregua, ya que sus interacciones más recientes indican un nuevo comienzo.
La Grosería que Desató la Tormenta
El drama comenzó cuando Verstappen soltó una grosería durante una rueda de prensa a principios de este año. Si bien los pilotos de F1 son conocidos por sus explosiones sinceras en la radio del equipo, la FIA tuvo problemas con la elección de palabras de Verstappen en un entorno formal, imponiéndole servicio comunitario como parte de su penalización. Este castigo no fue bien recibido por la estrella de Red Bull, quien supuestamente sintió que la reacción era desproporcionada y comenzó a protestar sutilmente con respuestas de una sola palabra durante las conferencias de prensa posteriores.
Para avivar el fuego, el presidente de la FIA, Ben Sulayem, criticó públicamente a Verstappen, acusándolo de dar un mal ejemplo a los jóvenes aficionados y pilotos. La disputa escaló rápidamente, dejando la relación de Verstappen con la FIA en ruinas durante gran parte de la temporada.
El Reinicio de Rwanda
Avancemos hasta la Gala de la FIA 2024 en Ruanda, donde Verstappen fue presentado oficialmente con su trofeo de Campeón de Pilotos. La gala, un evento glamoroso que celebra a la élite del automovilismo, se convirtió en el escenario inesperado para la reconciliación. Verstappen no solo aceptó su trofeo, sino que también cumplió con su requisito de servicio comunitario al participar en un programa para pilotos jóvenes organizado por el Club Automovilístico de Ruanda (RAC).
El evento marcó un punto de inflexión. Se vio a Verstappen interactuando entusiastamente con jóvenes pilotos, y la FIA compartió una foto sincera del neerlandés en las redes sociales con el pie de foto, «Devolviendo a la comunidad. Gracias, Max.»
Por su parte, Ben Sulayem elogió a Verstappen por cumplir con sus compromisos e incluso posó para fotos con el piloto de Red Bull, señalando un deshielo en su fría relación.
¿Una paz escenificada o una reconciliación genuina?
Los escépticos pueden argumentar que la exhibición de camaradería fue orquestada para poner fin a la controversia y evitar más titulares negativos para el deporte. Después de todo, tanto Verstappen como Ben Sulayem tienen reputaciones de ser directos, y su enfrentamiento público levantó cejas en todo el paddock.
Pero el momento de esta distensión—justo cuando la temporada de F1 transiciona a la pausa invernal—sugiere que ambas partes pueden querer genuinamente empezar de nuevo en 2025. Verstappen, quien anteriormente parecía desafiante, no mostró signos visibles de resentimiento persistente durante el evento en Ruanda. Mientras tanto, la decisión de Ben Sulayem de elogiar públicamente a Verstappen indica una disposición a seguir adelante.
¿Qué sigue para Verstappen y la FIA?
Aunque la temporada 2025 aún está a meses de distancia, los fanáticos pueden esperar un invierno más tranquilo mientras Verstappen se aleja del foco para pasar tiempo con su familia y amigos. Sin embargo, el holandés nunca ha sido de andar con rodeos, y queda por ver si esta nueva paz con la FIA se mantendrá una vez que regresen las presiones de las carreras.
Por ahora, los seguidores de Verstappen pueden consolarse con el hecho de que su piloto ha demostrado su capacidad para superar la adversidad tanto dentro como fuera de la pista. Ya sea que la tregua con la FIA sea genuina o temporal, el enfoque de Verstappen sin duda seguirá siendo defender su título en 2025—y quizás evitar más explosiones coloridas en el camino.