La sorprendente afirmación de Max Verstappen de que su desafío por el título depende de los fracasos catastróficos de McLaren acaba de ser subrayada por uno de los mayores errores del equipo hasta la fecha. El reciente Gran Premio de Qatar mostró los errores evidentes de McLaren, que le costaron a Oscar Piastri lo que debería haber sido una victoria sin esfuerzo. A medida que se levanta el telón para la final de la temporada en Abu Dhabi, Lando Norris se aferra a una precaria ventaja de 12 puntos en el campeonato, pero es Verstappen quien ahora se perfila como su rival más formidable, con Piastri a solo cuatro puntos detrás.
Lo que comenzó como una feroz carrera a dos bandas entre el dúo de McLaren ha estallado repentinamente en un enfrentamiento de alto riesgo, alimentado por la tenacidad implacable de Verstappen y el resurgimiento de Red Bull en las etapas finales del campeonato. Los comentarios directos de Verstappen en Qatar reflejan una realidad preocupante: los errores frecuentes de McLaren han abierto una caja de Pandora de oportunidades para él. Afirmó sin rodeos que si hubiera estado conduciendo para McLaren, habría ganado el campeonato hace mucho tiempo, una afirmación que enciende un acalorado debate entre aficionados y analistas por igual.
El meollo de la crítica de Verstappen radica en la asombrosa derroche de McLaren, ya que tanto Norris como Piastri han desperdiciado una alarmante cantidad de puntos a lo largo de la temporada. La noción de «puntos perdidos» es inherentemente subjetiva, sin embargo, revela una imagen condenatoria de oportunidades perdidas. Si bien no es realista suponer que un McLaren debería dominar cada carrera, los casos en los que ambos pilotos no lograron capitalizar en podios o victorias potenciales son evidentes.
A lo largo de la temporada, las desventajas de Piastri han sido particularmente pronunciadas. Un asombroso total de 84 puntos se le han escapado de las manos debido a una mezcla de errores del piloto y fallos del equipo. Este total podría aumentar a 87 al considerar su controvertido segundo lugar en el Gran Premio de Italia, donde se vio obligado a ceder su posición de nuevo a Norris debido a una parada en pits lenta y la insistencia del equipo en la igualdad. El error más notable del australiano ocurrió bajo la lluvia en Australia, donde una apuesta por neumáticos slick resultó desastrosa, un error que, aunque comprensible, fue costoso de todos modos.
Las oportunidades perdidas de Piastri incluyen tres posibles victorias que se convirtieron en segundos lugares debido a contratiempos: una dura penalización en Silverstone, un error estratégico en Hungría y la mala gestión del coche de seguridad de McLaren en Qatar. La narrativa en torno al rendimiento reciente de Piastri ha sido desalentadora, con su última victoria en Zandvoort ahora como un recuerdo lejano ensombrecido por una serie de eventos desafortunados, incluidos choques y penalizaciones que le han costado caro.
Norris, tampoco, es inmune a la crítica. Sus propios errores de cálculo han resultado en pérdidas significativas de puntos, particularmente un apagón del motor en Zandvoort y otra oportunidad perdida en Las Vegas. Sus luchas a principios de temporada, junto con un fin de semana desastroso en Bakú, lo han llevado a ceder puntos cruciales también.
La batalla por el campeonato es un maratón agotador, y aunque Verstappen ha cometido su parte de errores, incluido un incidente controvertido con George Russell en España, su capacidad para maximizar las oportunidades de puntuación lo ha mantenido firmemente en la contienda. Su afirmación tiene peso: si McLaren no hubiera fallado de manera tan dramática, el campeonato podría haberse decidido mucho antes.
A medida que el polvo se asienta en esta tumultuosa temporada, las implicaciones de los puntos perdidos para Piastri y Norris son profundas. Si alguno de los dos pilotos emerge victorioso en Abu Dhabi, sin duda reflexionarán sobre su viaje con un sentido de orgullo, a pesar de los tropiezos. Sin embargo, los comentarios de Verstappen sirven como un recordatorio contundente del precario equilibrio entre el éxito y el fracaso en la Fórmula 1, un mundo donde cada punto cuenta y el margen de error es muy estrecho.









