Max Verstappen expresó su enojo y frustración después de sufrir una falla en los frenos durante el GP de Australia, usando un lenguaje fuerte para criticar la forma en que su equipo manejó la situación. El incidente resultó ser una pesadilla para el actual líder del campeonato, ya que no solo puso fin a su lucha por la victoria, sino que también le impidió igualar su récord mundial anterior de diez victorias consecutivas.
Verstappen estaba visiblemente furioso después del incidente, afirmando que los datos mostraban claramente que el freno trasero derecho estaba trabado. A pesar de esto, el equipo optó por no tomar ninguna acción, lo que resultó en el desafortunado incidente. El freno trabado también afectó su rendimiento en la pista, haciendo que el coche fuera difícil de controlar en las curvas.
En un intento por corregir el problema, Red Bull consideró hacer una parada en boxes para cambiar los neumáticos. Esta decisión llevó a Verstappen a hacer su comentario enojado, calificándola como «Estúpida para c***lho». Sin embargo, aclaró que su frustración solo estaba dirigida a la idea de hacer una parada con el freno ardiendo y no reflejaba ningún rencor personal hacia el equipo.
Verstappen explicó también a la prensa que el freno trasero derecho estaba trabado, dando la sensación de que el freno de mano estaba activado. Pudo sentir este problema desde las primeras etapas de la carrera. Su explosión en el garaje fue específicamente sobre la sugerencia de una parada en boxes mientras el coche estaba ardiendo.
La decepción del actual campeón mundial era evidente, llevándolo a abandonar el garaje de Red Bull visiblemente afectado. Los comisarios de pista intervinieron rápidamente para extinguir el fuego en el freno trasero derecho del RB20. Lamentablemente, la retirada de Verstappen de la carrera resultó en cero puntos para él e impactó significativamente sus posibilidades en el campeonato mundial.
Además, los neumáticos de Verstappen también se incendiaron debido a una falla en los frenos, resaltando la negligencia de Red Bull en abordar el problema anteriormente. La retirada del pole position permitió que Carlos Sainz, de Ferrari, se llevara la victoria en el GP de Australia, con Charles Leclerc terminando en segundo lugar. Sergio Pérez, por su parte, logró un modesto quinto lugar en Albert Park.
Todo el GP de Australia estuvo lleno de drama y resultó ser un espectáculo intrigante para los fanáticos de todo el mundo. La retirada temprana de Verstappen fue seguida por una falla en el motor de otro piloto, e incluso Mercedes tuvo un fin de semana decepcionante, con uno de sus pilotos sufriendo un accidente en la última vuelta de la carrera.