El escándalo también ha tensado la relación entre Horner y Verstappen y su equipo.
Christian Horner, el jefe de Red Bull Racing, está actualmente bajo intenso escrutinio e incertidumbre sobre su futuro con el equipo, después de una serie de controversias y un desacuerdo con el piloto principal Max Verstappen.
A pesar de haber sido exonerado de cualquier irregularidad después de una investigación interna relacionada con alegaciones hechas por una empleada, la posición de Horner se ha vuelto precaria debido a mensajes filtrados que surgieron poco después de su exoneración, trayendo nueva atención a su papel de liderazgo.
Este escándalo surge en medio del impresionante desempeño de Red Bull al inicio de la temporada de Fórmula 1, con Horner expresando su determinación en mantener su posición y afirmando su inocencia durante todo el proceso.
Su esposa, Geri, también ha mostrado su apoyo al acompañarlo en las carreras, incluso con informes que sugieren que está lidiando con la presencia continua de la acusadora dentro del equipo.
La situación ha recibido amplia cobertura de los medios, con «The Sun» exponiendo el conflicto interno y «Mirror» reportando el malestar de Geri Horner.
Se espera que un futuro artículo en una revista de comercio de F1, abarcando 19 páginas, aborde los desafíos en el liderazgo de Red Bull, en medio de alegaciones de imprecisiones por parte de los aliados de Horner.
La controversia también ha tensado la relación de Horner con Verstappen y su equipo.
Jos Verstappen, padre de Max y ex piloto de F1, ha sido abiertamente crítico, destacando el impacto perjudicial en la unión del equipo y defendiendo la renuncia de Horner.
Él afirmó: «Hay tensión aquí mientras él (Horner) permanezca en su cargo.
«El equipo está en riesgo de desmoronarse. No puede seguir así.
«Va a explotar.
«Se está victimizando, cuando es él quien está causando los problemas.»
En un intento por calmar la agitación, Horner se reunió con el empresario de Verstappen y altos ejecutivos de Red Bull en Dubai, antes del Gran Premio de Arabia Saudita, en una reunión descrita como exitosa por personas cercanas.
Sin embargo, la discordia llevó a la decisión de Jos Verstappen de saltarse la carrera en Jeddah después de una discusión pública con Horner en Bahréin.
A pesar de la turbulencia, Horner afirmó públicamente su creencia en mantener su rol de liderazgo, citando el apoyo de su familia, equipo y del accionista mayoritario de Red Bull, Chalerm Yoovidhya.
Él enfatizó su dedicación al éxito del equipo y su enfoque personal en la familia y las carreras.
Mientras tanto, Verstappen optó por enfocarse en su rendimiento y en los objetivos del equipo, distanciándose del drama fuera de la pista y enfatizando el compromiso del equipo con su profesión.