La sorprendente opinión de Max Verstappen sobre las reglas de la F1: «¡Las destrozaría!»
A medida que el mundo de la Fórmula 1 se prepara para el emocionante Gran Premio de Las Vegas 2025, el actual campeón mundial de cuatro veces, Max Verstappen, ha lanzado el guante, provocando indignación e intriga con sus explosivos comentarios sobre las enrevesadas regulaciones de la competición. En una exhibición audaz y humorística, Verstappen bromeó diciendo que él personalmente pasaría todo el reglamento por una destructora de papel, una declaración que resuena profundamente en medio del caos continuo que rodea la aplicación de sanciones en la F1.
¿El catalizador de la feroz crítica de Verstappen? Una controvertida sanción de 10 segundos impuesta al novato australiano Oscar Piastri durante el reciente Gran Premio de Brasil, que ha enviado ondas de choque a través del paddock. Piastri fue considerado principalmente culpable de una colisión entre tres coches en la vuelta 5, que involucró a pesos pesados de la F1 como Charles Leclerc y Kimi Antonelli. Esta decisión ha sido recibida con un amplio descontento por parte de otros pilotos, incluido el propio Leclerc, quien defendió a Piastri, subrayando el creciente descontento con la forma en que se juzgan los incidentes de carrera.
Verstappen expresó su frustración de manera sincera, afirmando: «No siempre me gustan las reglas que tenemos, pero simplemente las sigo tal como están escritas.» Lamentó la desconexión entre las observaciones de carrera en tiempo real y las rígidas interpretaciones del reglamento, subrayando un dilema persistente: “Cuantas más reglas creas, más difícil lo haces para ti mismo.” Su broma sobre destrozar las pautas no fue solo un alivio cómico; fue un llamado a repensar el enfoque de la F1 hacia la arbitraje.
El clamor contra el actual marco regulatorio ha sido respaldado por otros pilotos, particularmente Carlos Sainz, quien criticó la penalización de Piastri como “inaceptable”. Sainz, una voz prominente en la Asociación de Pilotos de Grandes Premios (GPDA), argumentó que las reglas se han desviado peligrosamente de las realidades de las carreras. «Todo aquel que realmente ha competido con un coche de carreras sabe que no podría haber hecho nada para evitar un accidente allí», afirmó, haciendo referencia a una serie de penalizaciones cuestionables que han empañado la temporada.
Sumando leña al fuego, George Russell, otro director de la GPDA, destacó las fallas inherentes en aplicar un libro de reglas de talla única a la naturaleza dinámica de las carreras. Señaló incidentes específicos en circuitos icónicos, enfatizando que cada curva presenta desafíos únicos y debe ser evaluada caso por caso.
A pesar de la creciente presión por reformas, Verstappen sigue siendo reacio a involucrarse en los detalles de las discusiones sobre las reglas. Reflexionando sobre una experiencia anterior que le valió una penalización de servicio público, declaró: «Si tengo algo que decir al respecto, debería hacerlo directamente con los comisarios o la FIA.» Su cautela ilustra el precario equilibrio que los pilotos deben mantener al expresar sus opiniones públicamente.
Con el Gran Premio de Las Vegas asomando en el horizonte, la pregunta permanece: ¿puede la F1 encontrar su camino fuera de este laberinto regulatorio? La llamada de Verstappen por reglas más claras y más intuitivas podría ser el catalizador que el deporte necesita para restaurar la integridad y la emoción a su querida tradición de carreras. Mientras los aficionados y los pilotos esperan el próximo capítulo en este drama en desarrollo, una cosa es clara: la Fórmula 1 se encuentra en una encrucijada, y el futuro de sus directrices de carrera pende de un hilo.








