Mansory, el conocido preparador alemán, decidió sorprender a sus seguidores con una personalización radical del Spectre, el primer modelo eléctrico de Rolls-Royce.
El preparador alemán decidió mejorar el conocido modelo de la marca británica de lujo, con un paquete más audaz que presenta un exterior que incorpora un kit aerodinámico de fibra de carbono forjada, que incluye un nuevo parachoques delantero con aletas, todo en fibra de carbono.
Además, Mansory equipó este Spectre con un capó de carbono y una sección frontal marcada por una parrilla negra que se puede iluminar en el color elegido por el conductor, simplemente presionando un botón.
De perfil, el Spectre de Mansory se destaca por falsas entradas de aire con un aspecto de branquias y faldones laterales más deportivos, todo en fibra de carbono, a los que se suman llantas de 23 o 24’’.
En la parte trasera se destaca un difusor de generosas dimensiones que rodea el parachoques de fibra de carbono personalizado y opcionalmente equipado con una tercera luz de freno al estilo de un monoplaza de F1.
Además, la amplia línea del techo del eléctrico de Rolls-Royce se ve interrumpida por un discreto spoiler de techo al que se une un alerón más prominente colocado en el extremo de la puerta del maletero.
El interior presenta una combinación de alto contraste con tonos naranja y negro para el tapizado de cuero fino, y detalles en fibra de carbono.
Mansory no reveló ninguna actualización técnica de este radical Spectre, que cuenta con un motor eléctrico que produce 576 CV de potencia y un par máximo de 900 Nm, lo que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos y alcanzar una velocidad máxima, electrónicamente controlada, de 250 km/h.
La batería integrada en el chasis, lo que, según Rolls-Royce, aumenta la rigidez del coche en un 30% en comparación con modelos con motor de combustión de la misma arquitectura, tiene una capacidad de 120 kWh y promete una autonomía de 428 km, con una sola carga.