En un emocionante giro de eventos en el Gran Premio de Imola, la controversia gira en torno al duelo entre Charles Leclerc y Alexander Albon, con el piloto de Ferrari enfrentando posibles sanciones por parte de los oficiales de la carrera.
A medida que la carrera se acercaba a su conclusión, un nocaut técnico para Andrea Kimi Antonelli de Mercedes llevó al despliegue del Safety Car. Leclerc, quien ya había realizado dos paradas en boxes, optó por no entrar durante este período a pesar de las extensas discusiones por radio con su ingeniero Bryan Bozzi.
Con neumáticos desgastados, Leclerc se encontró defendiendo su posición ante Albon, quien tenía la ventaja de neumáticos frescos. En un momento tenso en la curva Tamburello, Leclerc forzó a Albon fuera de la pista, lo que provocó que el piloto de Red Bull cortara a través de la grava y permitiera que Lewis Hamilton pasara en su Williams.
Tras este incidente, el muro de boxes de Ferrari instruyó a Leclerc que cediera la posición a Albon, a pesar de que el adelantamiento nunca se completó, como destacó correctamente Leclerc por radio. Este movimiento estratégico de Ferrari resultó ser previsor, ya que los comisarios de la carrera indicaron más tarde que Leclerc habría enfrentado una sanción por forzar a Albon fuera de la pista, lo que habría perjudicado aún más la posición final del piloto monegasco.
El drama posterior a la carrera subraya las altas apuestas y la intensa competencia en la Fórmula 1, con cada decisión estratégica y maniobra en pista sometida a escrutinio por parte de los oficiales y los aficionados por igual. Las repercusiones del duelo Leclerc-Albon seguramente resonarán a través del paddock mientras los equipos y pilotos se reagrupan para la próxima carrera en el calendario.