En un movimiento innovador que podría remodelar el panorama de la Fórmula 1, la Comisión de Fórmula 1 ha aprobado un audaz plan para permitir que los fabricantes en dificultades se pongan al día en la próxima temporada si sus nuevos motores no cumplen con el rendimiento esperado. Sin embargo, la alteración propuesta para reducir la potencia de la batería durante las carreras ha desatado un intenso debate entre las partes interesadas, con opiniones marcadamente divididas.
Durante una reciente reunión en Ginebra, altos funcionarios de F1, la FIA y representantes de los equipos profundizaron en discusiones sobre el futuro del deporte, con un enfoque particular en los desafíos y oportunidades que presenta la temporada 2026. El objetivo principal es evitar que un fabricante obtenga una ventaja abrumadora, lo que podría llevar a una significativa brecha de rendimiento en la parrilla.
La propuesta de ajustar potencialmente las regulaciones de la unidad de potencia para asegurar un campo de juego más equitativo ha ganado impulso, con sugerencias que incluyen otorgar a los equipos en dificultades horas adicionales de banco de pruebas de motores y flexibilidad dentro del límite de costos para un mayor desarrollo. Sin embargo, se enfatizó que cualquier concesión para ponerse al día se reservaría exclusivamente para motores rezagados y no se extendería a equipos que enfrentan contratiempos en el desarrollo del automóvil.
Un tema polémico que surgió de la reunión es la propuesta de alejarse de la actual división de potencia 50-50 entre el motor de combustión y la potencia de la batería durante las carreras, con el objetivo de limitar los coches a 200kw de potencia de batería en lugar de los 350kw completos. Mientras que algunos fabricantes apoyan esta idea como un medio para abordar las preocupaciones sobre la implementación de energía, otros, notablemente Toto Wolff de Mercedes, se oponen vehementemente a realizar cambios regulatorios significativos en esta etapa.
La FIA confirmó que las discusiones sobre la refinación de la estrategia de gestión de energía para 2026 y la atención a los desafíos financieros que enfrentan los fabricantes de unidades de potencia continuarán dentro de los comités asesores relevantes. Además, se presentó una propuesta para modificar el material del bloque de deslizamiento en los coches para ciertas carreras con el fin de mitigar los riesgos de incendios en la hierba tras incidentes en eventos anteriores de Grand Prix para su evaluación adicional.
En medio de las deliberaciones, las actualizaciones a las concesiones de parc fermé para los chalecos de enfriamiento de los pilotos y la implementación de un mecanismo regulatorio para gestionar los retrasos en el transporte durante los eventos de flyaway también estaban en la agenda. La FIA se comprometió a explorar soluciones alternativas al problema del bloque de deslizamiento y otras preocupaciones de seguridad en la pista mientras el deporte se prepara para una era de transformación en las próximas temporadas.