Después de casi tres décadas, la tentadora posibilidad de que la Fórmula 1 regrese a Sudáfrica parece estar atrapada en un estado perpetuo de limbo. A pesar de la reciente aprobación de planes para mejorar el circuito de Kyalami a los estándares de la FIA de Grado 1, allanando el camino para un posible Gran Premio en el país, aún hay numerosos obstáculos en el camino.
Si bien los funcionarios sudafricanos han expresado durante mucho tiempo su deseo de que la F1 regrese, el camino hacia la realización ha estado plagado de retrasos e incertidumbres. Un comité de licitación establecido por el gobierno ha sido encargado de seleccionar un lugar adecuado para la posible carrera, con Kyalami y dos ofertas basadas en Ciudad del Cabo en la contienda. Sin embargo, el proceso ha estado manchado por controversias, incluida la descalificación de un postor debido a objeciones a una elevada tarifa de presentación.
La viabilidad financiera de albergar una carrera de F1 en Sudáfrica, un país que enfrenta desafíos económicos y tasas de desempleo en aumento, sigue siendo una preocupación apremiante. Preguntas similares surgen sobre las aspiraciones de Ruanda de albergar un Gran Premio, así como un proyecto propuesto en Marruecos liderado por el ex director del equipo McLaren y Lotus, Eric Boullier, que aún se encuentra en sus etapas iniciales.
En contraste, Tailandia ha surgido como un candidato destacado en la carrera por asegurar un lugar en el calendario de la F1, con una oferta aprobada por el gobierno de $1.2 mil millones para albergar una carrera callejera en Bangkok a partir de 2028. El proyecto, que ha recibido apoyo de altos niveles del gobierno y entidades privadas como Red Bull Tailandia, subraya el compromiso del país para asegurar el éxito y la sostenibilidad del evento.
El tumultuoso panorama político en Tailandia, marcado por una reciente crisis que involucra al primer ministro, no ha desalentado el impulso del proyecto F1. Con un enfoque estratégico en la estabilidad y viabilidad a largo plazo, el CEO de F1, Stefano Domenicali, enfatiza la importancia de establecer bases sólidas en los nuevos países anfitriones para prevenir los escollos experimentados por carreras de corta duración en el pasado. Las lecciones aprendidas de las empresas fallidas en India, Corea y Vietnam sirven como advertencias para FOM, destacando la necesidad de un respaldo financiero robusto y un apoyo político duradero. A medida que FOM navega cuidadosamente la selección de futuras ubicaciones para el Gran Premio, el espectro de una posible brecha en el calendario de 2027 se cierne, con la salida del Gran Premio de los Países Bajos en Zandvoort. Mientras circuitos tradicionales como Barcelona, Austin y Bakú negocian renovaciones de contrato, la posibilidad de que el Istanbul Park en Turquía regrese en 2027 sigue siendo un tema de discusiones en curso. Mientras los entusiastas de F1 esperan la revelación de la próxima ola de ciudades anfitrionas, el atractivo de nuevas adiciones al calendario promete un capítulo emocionante en la expansión global del deporte.