Carl Edwards es una leyenda de NASCAR, un inducido al Salón de la Fama, y un piloto que dejó una huella inolvidable en el deporte con 38 victorias en la serie Xfinity, 28 triunfos en la serie Cup y dos casi campeonatos.
Pero antes de convertirse en un nombre conocido, antes de los saltos hacia atrás, los trofeos y el icónico Ford No. 99, Edwards era solo otro joven piloto que intentaba desesperadamente ingresar a NASCAR.
Su esfuerzo era real—y, como resultó, un poco mal dirigido.
En una reciente conferencia de prensa, Edwards reflexionó sobre un consejo revelador que recibió de la leyenda de NASCAR Benny Parsons—un consejo que cambió su enfoque hacia el deporte para siempre.
El Error de las Tarjetas de Presentación: El Consejos Brutal pero Divertido de Benny Parsons
Antes de alcanzar el éxito, Edwards compaginaba la enseñanza sustituta con sus sueños de carreras, tratando de captar la atención de los propietarios de equipos por cualquier medio necesario.
¿Su estrategia? Tarjetas de presentación.
“Repartía tarjetas de presentación en los circuitos, tratando de impresionar a los propietarios y a cualquiera que me diera una oportunidad,” admitió Edwards.
No era exactamente un camino convencional—y mientras algunos se reían de sus esfuerzos, un hombre le dio un consejo que definiría su carrera.
Entró Benny Parsons.
Edwards reunió el valor para entregarle a Parsons una de sus tarjetas de presentación, esperando causar una buena impresión. Parsons echó un vistazo a la tarjeta, miró de nuevo a Edwards y le dio un brutalmente honesto pero divertido toque de realidad.
“Benny Parsons… junté el coraje, le di la tarjeta. La miró, la revisó y dijo: ‘Oye, ¿quieres un consejo?’ Yo dije: ‘¿Claro?’ Él dijo: ‘Si tu currículum entero cabe en la parte de atrás de una tarjeta de presentación, tal vez deberías dejarlo fuera.’”
Edwards recordó su reacción:
“Yo pensé, ‘¡Eso es genial!’ Porque eso me va a ahorrar como dos centavos por tarjeta.”
De Tarjetas de Presentación a la Fama en NASCAR
En ese momento, el currículum de carreras de Edwards era escaso—tanto que tuvo que estirar la verdad solo para que pareciera decente.
“Así que tenía esta tarjeta… En la parte de atrás, había dos cosas—experiencias: coches de cuatro cilindros; decía Midgets, que no había conducido un Midget, aun así lo escribí allí. Decía algunas otras cosas… decía referencias, como Timmy Kahuth… no sé quién más.”
Compara eso con la carrera real que Edwards construyó:
✅ Campeón de la Serie Xfinity de NASCAR 2007
✅ 38 victorias en Xfinity, 28 victorias en la Serie Cup
✅ Dos veces subcampeón de la Serie Cup (2008, 2011)
✅ Uno de los conductores más respetados en la historia de NASCAR
Ese joven luchador con una tarjeta de presentación llena de verdades a medias se convirtió en uno de los nombres más queridos en el deporte—un testimonio de trabajo duro, resiliencia y aprovechar cada oportunidad.
La humildad de Edwards permanece—Incluso en la jubilación
A pesar de su tremendo éxito, Edwards nunca perdió su humildad.
Aún en la jubilación, sigue siendo una de las figuras más accesibles en NASCAR, llevando la misma autoconciencia que Parsons le inculcó hace todos esos años.
Su historia es un recordatorio para cada aspirante a piloto de que a veces, las lecciones más difíciles vienen antes del primer gran éxito—y que incluso los consejos más pequeños pueden cambiar una carrera.
Carl Edwards puede haber cambiado tarjetas de presentación por trofeos, pero su mentalidad de emprendedor nunca se desvaneció. ¿Y las palabras de Benny Parsons? Viven como una de las mayores lecciones de NASCAR jamás dadas.