El mundo de las carreras ha sido sacudido por una revelación impactante, ya que datos recientes revelan un problema evidente en la serie Next Gen de NASCAR. Los coches de la Cup, antes invencibles y aclamados como la epitome de las carreras de coches de serie, ahora parecen estar quedando atrás de los coches de Xfinity en la misma pista. Esta sorprendente revelación, derivada de los datos de tiempos de vuelta recopilados en el Circuito de las Américas (COTA), ha encendido un feroz debate entre los aficionados y los expertos en carreras.
Históricamente, los coches de la Cup eran venerados como los coches de serie más rápidos del mundo, pero ahora, debido a las medidas de reducción de costos de NASCAR y la introducción del coche Next Gen, esta posición parece estar en peligro. ¿Los principales culpables? Las restricciones en la potencia y la resistencia aerodinámica. El considerable estela aero del coche Next Gen, producido por su parte inferior y difusor trasero, obstaculiza la velocidad máxima, especialmente en largas rectas como las de COTA.
Los entusiastas de las carreras habían anticipado que los coches de la Cup establecerían tiempos de vuelta impresionantes, superando cualquier cosa previamente vista en la serie Xfinity. Estos coches, después de todo, estaban destinados a ejemplificar el rendimiento máximo de los coches de serie con su suspensión trasera independiente, frenos más grandes y neumáticos más anchos. Pero, las pantallas de tiempos contaron una historia diferente. El tiempo de pole de la serie Cup se situó en 1:38.08, mientras que la serie Xfinity registró un más rápido 1:37.26.
Esta revelación envió ondas de choque a través del garaje de NASCAR. La serie de alimentación había superado al nivel premier, y este no fue un incidente aislado. Fue una consecuencia directa de la filosofía del vehículo Next Gen de NASCAR, introducida en 2022 para nivelar el campo competitivo. Pero, estos efectos secundarios inesperados han dejado a los equipos de la Cup luchando en circuitos de carretera.
El tuit del analista de carreras Bozi Tatarevic, que presentaba los tiempos de calificación por tipo de coche en COTA, subrayó aún más este problema:
LMP3: 1:30.15
GT3: 1:32.60
Xfinity: 1:37.26
Cup: 1:38.08
GT4: 1:39.25
Esta revelación provocó una avalancha de críticas, sugerencias e ideas sobre cómo mejorar las experiencias de las carreras de la Cup en circuitos de carretera.
¿Sigue siendo la Serie de la Copa el nivel más alto de las carreras? Esta pregunta ha estado resonando en las mentes de los aficionados y los pilotos por igual. El piloto de Xfinity, Josh Bilicki, expresó su confusión, diciendo: “Recuerdo pensar que los coches de la Copa iban a estar segundos por delante de los coches de Xfinity en circuitos de carretera.” Se cuestionó por qué ya no era así después de que NASCAR redujera la potencia de los coches de la Copa de más de 750 en circuitos de carretera a solo 670.
Mientras tanto, los coches de Xfinity, con una potencia casi idéntica pero menor resistencia aerodinámica, están demostrando una mejor aceleración. Un aficionado exasperado cuestionó: “¿No se supone que los coches de la Copa deberían ser rápidos en circuitos de carretera?” Además, la personalidad veterana de la industria, Don Frantz, señaló la paradoja, observando que si los mejores pilotos de coches de serie están en los coches de la Copa, deberían ser más rápidos con coches iguales.
La crítica más mordaz llegó cargada de sarcasmo, dirigida a los oficiales de NASCAR, Steve Phelps y Steve O’Donnell. El comentario, que lamentaba que la Serie de la Copa fuera la cuarta más lenta en la pista, mostró el creciente descontento con las decisiones del liderazgo.
Mientras algunos argumentan que los neumáticos más suaves de Goodyear son un paso en la dirección correcta, otros creen que la única solución es más potencia. Un aficionado sugirió: “Sería bueno que Steve Phelps diera luz verde para al menos volver a 750 HP.” NASCAR ahora se encuentra en una situación difícil. La Serie de la Copa todavía se considera la cúspide de las carreras de coches de serie, pero los datos sugieren lo contrario. Si NASCAR no aborda rápidamente estos problemas, los aficionados, pilotos y equipos solo se frustrarán más.
Sobre el papel, los coches de la Copa deberían superar a los coches de Xfinity, gracias a frenos más grandes, una suspensión trasera independiente para mejorar el manejo y neumáticos más anchos para un mejor agarre. Sin embargo, como señaló un usuario, es desconcertante cómo los coches de Xfinity, con menos potencia, neumáticos más pequeños, menos aerodinámica, frenos más pequeños y un diseño de suspensión trasera inferior, son más rápidos.
El coche de la Next Gen ha estado envuelto en controversia y críticas desde su debut, y los debates solo se han intensificado tras el dramático vuelco de Ryan Preece en el Daytona International Speedway. Está claro que el diseño centrado en la aerodinámica y la paridad no están beneficiando a la serie principal. Quizás sea hora de que NASCAR abandone su enfoque de remiendos y presente cambios sustanciales en su vehículo insignia, comenzando con más caballos de fuerza.