El sistema de penalizaciones de NASCAR se ha encontrado nuevamente en el punto de mira, ya que enfrenta la ira de los aficionados que lo perciben como parcial. El reciente veredicto sobre una apelación de Joe Gibbs Racing (JGR) ha reavivado el debate sobre si la aplicación de las reglas de NASCAR es justa o si impone castigos basados en la estatura del equipo.
La controversia comenzó cuando NASCAR multó a JGR con una multa de $100,000, una penalización de 100 puntos y una suspensión de cuatro carreras para el jefe de equipo de Chase Birscoe, James Small, quien supuestamente modificó un alerón en el Daytona 500. Sin embargo, esta sanción fue completamente revocada tras una apelación, lo que llevó a un clamor de los aficionados. Señalaron el contraste con el caso del piloto Parker Kligerman, quien enfrentó circunstancias similares pero no recibió piedad por parte del organismo deportivo.
A medida que la tormenta de controversia continúa, las plataformas de redes sociales están siendo bombardeadas con llamados a la justicia. La gente se pregunta si el organismo regulador de NASCAR mantiene los mismos estándares para todos los equipos.
Cuando la sanción a JGR fue completamente eliminada, los aficionados de NASCAR se volvieron frenéticos. Los críticos fueron rápidos en resaltar lo que consideraban un escandaloso doble rasero, usando la penalización de Parker Kligerman como un ejemplo principal para ilustrar su punto.
Un aficionado comentó: “Genial, ahora devuélvanle a Kligerman su victoria”, refiriéndose a la carrera de la Serie Truck de 2025 en Daytona. Parker Kligerman, piloto de Henderson Motorsports, fue despojado de su victoria debido a un bajo trasero. A diferencia del caso de JGR, esa penalización se implementó con una rápida finalización. Otro aficionado cuestionó la imparcialidad del panel de apelaciones, insinuando que podrían haber sido sobornados por JGR.
El sentimiento fue compartido por otros aficionados, quienes sintieron que la penalización de Kligerman debería haber sido reconsiderada al igual que la de JGR. En cambio, la victoria de Kligerman fue eliminada de los registros como si nunca hubiera sucedido.
El conductor angustiado expresó su decepción, afirmando: «Esta ha sido una de las semanas más difíciles de mi vida como piloto. He trabajado con el equipo 24/7 en la apelación desde el sábado por la noche.” Para un equipo más pequeño como Henderson Motorsports, una victoria en Daytona habría sido trascendental. Pero el organismo regulador eligió otorgar la victoria a Corey Heim, desestimando el clamor de inocencia de Kligerman.
La apelación exitosa de JGR se basó en su argumento de que el problema del alerón fue un error no intencional durante el ensamblaje y no una modificación deliberada. El panel de apelaciones encontró esta explicación lo suficientemente convincente como para anular la penalización. Sin embargo, la apelación de Kligerman fue desestimada de inmediato, alimentando aún más la percepción de que los equipos más grandes disfrutan de un trato preferencial.
La historia de decisiones de penalización inconsistentes de NASCAR no ayuda a su caso. En 2023, Hendrick Motorsports tuvo su sustancial penalización de puntos eliminada, a pesar de haber sido sorprendidos con louveres de cofre modificados ilegalmente en Phoenix. En contraste, Michael McDowell de Front Row Motorsports recibió una penalización completa por una violación similar, arruinando efectivamente las posibilidades de su equipo en los playoffs.
Esta inconsistencia ha llevado a una crisis de credibilidad para NASCAR. Si un equipo puede ver anulada su penalización mientras otro sufre las consecuencias completas, plantea preguntas sobre la integridad del deporte.
Respondiendo a la reacción, NASCAR declaró: “El panel de apelaciones opera de manera independiente y revisa cada caso basado en la evidencia presentada. La decisión de JGR se basó en circunstancias técnicas específicas únicas para su apelación.” También aclararon que cada apelación se evalúa por sus propios méritos sin ninguna influencia de decisiones pasadas.
Sin embargo, los aficionados siguen siendo escépticos. Las redes sociales están inundadas de memes, indignación y sarcasmo mordaz. Una publicación decía: “¿Entonces NASCAR solo está tratando de hacer cada decisión tan incorrecta como sea posible?”
A la luz de estas controversias, está claro que el sistema de aplicación de NASCAR necesita una renovación. Si no logra mantener la equidad y la consistencia, los aficionados podrían comenzar a cuestionar el propósito de las apelaciones y si equipos grandes como JGR siempre logran mover los hilos correctos.