Charles Leclerc, el piloto de Ferrari, enfrentó un problema con su freno delantero derecho durante la carrera de apertura del Gran Premio de Bahréin de Fórmula 1 de 2024. Leclerc inicialmente ocupaba la segunda posición, pero fue superado por George Russell de Mercedes y posteriormente por su propio compañero de equipo, Carlos Sainz, en dos ocasiones separadas. A pesar de lograr recuperar el liderazgo de Russell y terminar en cuarto lugar, Leclerc enfrentó dificultades durante la carrera, terminando 14 segundos detrás de Sainz. El problema con sus frenos hizo imposible que Leclerc redujera la velocidad adecuadamente en ciertas curvas, especialmente en la Curva 10. Leclerc sospecha que podría haber conseguido la segunda posición si sus frenos hubieran estado funcionando correctamente. Sin embargo, no puede determinar la causa exacta del problema. Leclerc también cree que adelantar a Russell habría sido un desafío incluso si el piloto de Mercedes no hubiera cometido un error y salido de pista en la Curva 10, debido a sus problemas de freno.
Ferrari anunció una revisión completa de su coche SF-24 para asegurar que sus pilotos puedan mantener un ritmo competitivo a lo largo de una carrera. Leclerc está confiado en que el rendimiento del equipo como el segundo más rápido en Bahréin demuestra que han resuelto sus problemas de degradación de neumáticos de la temporada pasada.
Reflexionando sobre su carrera, Leclerc afirmó que no había nada notable para destacar. A pesar de enfrentar desafíos con el coche, incluyendo cambios en el equilibrio de los frenos y en la frenada del motor, se sorprendió de los tiempos de vuelta relativamente buenos que lograron alcanzar. Sin embargo, determinar el verdadero ritmo del coche sigue siendo difícil.
Mientras Sainz terminó a menos de cinco segundos de Sergio Pérez de Red Bull, Max Verstappen dominó la carrera, liderando todas las vueltas y asegurando una victoria de 22 segundos. Leclerc admitió que el liderazgo de Red Bull era esperado y estaba optimista en presionar a Verstappen hasta que surgiera su propio problema.
Mirando hacia la próxima carrera en Jeddah, Leclerc reconoció la necesidad de esperar para ver si la diferencia entre Max y Ferrari se mantiene igual o aumenta. También enfatizó el impacto significativo del problema que enfrentó, lo cual lo obligó a ajustar su estilo de conducción y sacrificar puntos de frenado. A pesar de este contratiempo, Leclerc cree que aún había una cantidad considerable de rendimiento en el coche, aunque sea desafiante cuantificarlo.