En un giro dramático de los acontecimientos, Lando Norris ha desatado una auténtica jugada maestra en el Gran Premio de EE. UU., robando la pole position y dejando a la competencia tambaleándose. El piloto estrella de McLaren desafió todas las expectativas, logrando una de las vueltas más audaces de la memoria reciente, y colocándose firmemente como el hombre a vencer el domingo. No es de extrañar que la multitud rugiera en incredulidad cuando los tiempos fueron anunciados — ¡nadie vio esto venir!
“Puse todo en la línea,» reveló Norris con una sonrisa. «Hemos estado persiguiendo todo el fin de semana, pero hoy, sabía que tenía que arriesgarlo todo y funcionó. No esperaba ser el más rápido, pero esto es lo que necesitábamos.”
El joven británico no solo entregó una vuelta; entregó un mensaje. Norris se enfrentó a los gigantes de la Fórmula 1, Red Bull y Ferrari, y los envió de regreso. ¿Verstappen? ¿Sainz? Solo pudieron mirar en shock mientras Norris pasaba volando. Pero Norris sabe que la carrera del domingo no será un paseo. La degradación de neumáticos atormentó a McLaren durante el Sprint, y la amenaza vuelve a cernirse para el gran día.
“Hemos cambiado mucho en el coche. Sabemos que será difícil, pero estamos aquí para luchar,” declaró Norris con una actitud que sugiere que el mundo no ha visto el último destello de su brillantez.