Lando Norris envió ondas de choque a través del Gran Premio de Singapur, rompiendo récords y quemando la pista para hacerse con el primer puesto en la sesión final de práctica. En una vuelta sensacional que marcó 1:29.646s con neumáticos Soft, Norris dejó a sus rivales atrás, superando a George Russell de Mercedes por una asombrosa diferencia de 0.479 segundos. Esta increíble actuación colocó a Norris firmemente al mando, con su compañero de McLaren, Oscar Piastri, en un distante tercer lugar, luchando por mantener el ritmo a pesar de un equilibrio significativamente mejorado en su coche.
Max Verstappen de Red Bull se abrió camino hasta el cuarto lugar, una notable recuperación respecto a las sesiones anteriores, mientras que la promesa temprana de Ferrari se desvanecía en el calor de la competencia. Charles Leclerc se mostró frustrado, lidiando con una falta de agarre y quedándose casi un segundo completo detrás del ritmo vertiginoso establecido por Norris, mientras que su compañero Carlos Sainz no pudo hacerlo mejor, conformándose con un decepcionante sexto lugar.
Lewis Hamilton, incapaz de igualar la forma de su compañero de Mercedes Russell, se estancó en séptimo lugar, un gran contraste con su antigua gloria. Williams mostró una sorprendente tenacidad con Alex Albon liderando la carga, ocupando el octavo y noveno lugar junto a Franco Colapinto, mientras que Fernando Alonso completó el top diez en su Aston Martin, superando por poco al Red Bull de Yuki Tsunoda.
El caos no se detuvo ahí: Sergio Pérez de Red Bull fue una sombra de su yo habitual, estancado en el 15º lugar mientras luchaba con maquinaria poco cooperativa, cayendo entre la pareja de Alpine, Pierre Gasly y Esteban Ocon. Las esperanzas de Daniel Ricciardo de un futuro en la parrilla parecían sombrías, ya que terminó la sesión casi cinco décimas detrás de Tsunoda, sin poder dejar su huella.
En la parte trasera, Lance Stroll de Aston Martin estaba atrapado en el 18º lugar, rezagado en una actuación poco destacada detrás de los desafortunados Saubers que anclaron la parrilla. A medida que el GP de Singapur se calienta, una cosa es clara: Lando Norris no está aquí solo para competir—está aquí para conquistar, dejando un rastro de rivales frustrados luchando por alcanzarlo!