En el último Gran Premio de Fórmula 1 de Australia, la decisión de McLaren de implementar órdenes de equipo para evitar un posible contratiempo resultó ser un movimiento inteligente. Si no lo hubieran hecho, Lando Norris, un jugador destacado del equipo, dijo que habrían parecido «completos tontos».
La emoción del inicio de temporada empapado por la lluvia en el Circuito de Albert Park se intensificó cuando McLaren ordenó a Oscar Piastri que mantuviera su lugar detrás de Norris. Esta acción iba en contra del consenso de que los dos eran libres para competir entre sí, impulsados por una ambición compartida de asegurar el título de Pilotos.
El máximo responsable de McLaren, Andrea Stella, explicó después de la carrera que la decisión de intervenir nació del miedo a lidiar con coches doblados adelante, especialmente con más lluvia en el horizonte. Norris, quien finalmente ganó la carrera, estaba en la oscuridad sobre la instrucción dada a su compañero de equipo Piastri de quedarse detrás de él.
El piloto británico estaba firme en su creencia de que la decisión de McLaren fue la correcta. Señaló la posible humillación que habría ocurrido si un choque posterior hubiera llevado a un accidente. En una discusión con varios medios de comunicación, incluido Motorsport Week, Norris dijo: “No estaba al tanto de la orden ya que estaba dirigida a Oscar, no a mí. Fue solo una precaución durante un par de vueltas mientras navegábamos entre los coches rezagados.”
Además, elaboró sobre las condiciones arriesgadas y el potencial desastre que podría haber ocurrido si hubieran decidido competir, terminando potencialmente fuera de la pista o, incluso peor, fuera de la carrera. Enfatizó: “Hubiera sido una completa vergüenza si nos hubiéramos chocado cuando estábamos en una posición para lograr un gran resultado.”
Norris desestimó cualquier noción de que McLaren lo estaba favoreciendo, afirmando que Piastri fue permitido competir contra él una vez que la situación fue más propicia. “El equipo no se estaba enfocando en mí ni en Oscar, sino en McLaren. Estábamos liderando y cerca del segundo lugar, así que hubiera sido imprudente hacer algo temerario,” aclaró.
Norris fue rápido en desestimar cualquier afirmación de que las órdenes lo habían priorizado sobre Piastri. Enfatizó que, desde la perspectiva del equipo, no se trataba de jugadores individuales, sino del éxito general del equipo. Además, explicó: «Hubo muchas más oportunidades para que Oscar me adelantara. Habría sido imprudente forzar una situación cuando estábamos lidiando con rezagados y banderas azules.»
Norris concluyó con una nota sobre la naturaleza arriesgada de la carrera. Afirmó: «Si te desvías de la pista en esa etapa de la carrera, te diriges directamente hacia la pared. Yo aún estaba tratando de hacer que mis neumáticos duraran hasta la vuelta 54 más o menos. Oscar estaba presionando un poco más para adelantarme, pero todo estaba bajo control de mi parte.»
En conclusión, la decisión de McLaren de implementar órdenes de equipo, según Norris, fue la correcta. Fue un movimiento estratégico diseñado no para favorecer a ningún piloto individual, sino para priorizar el éxito del equipo y evitar riesgos innecesarios.