En un movimiento de alto riesgo para proteger la industria automotriz de Europa, la UE está avanzando con aranceles de hasta el 45% sobre los vehículos eléctricos chinos, citando “subsidios injustos” que otorgan a las marcas chinas una ventaja competitiva. Con Alemania expresando una fuerte oposición, temiendo una posible guerra comercial, la decisión ha desencadenado intensas repercusiones diplomáticas. China ha condenado los aranceles como “proteccionistas” y ha advertido sobre posibles medidas de represalia. Los nuevos aranceles obligarán a los fabricantes chinos de vehículos eléctricos a absorber los costos o a considerar trasladar la producción a Europa para evadir los derechos.
Un Potencial Conflicto Comercial en Desarrollo
Estos aranceles representan un paso audaz, ya que los vehículos eléctricos chinos han ganado rápidamente terreno en Europa, pasando del 3% a más del 20% de participación en el mercado en tres años. Los fabricantes alemanes, incluidos Volkswagen y BMW, ya están cautelosos, temiendo repercusiones que podrían afectar su negocio en China, que representa una parte importante de sus ingresos.
¿Qué Sigue?
Con negociaciones en el horizonte, tanto Europa como China han expresado interés en encontrar una solución diplomática. Sin embargo, hasta que se alcance un consenso, este aumento de aranceles podría marcar el comienzo de un conflicto comercial significativo, mientras las marcas chinas de vehículos eléctricos se esfuerzan por mantener su presencia en Europa.