Kyle Larson no es ajeno a un horario lleno de actividades, pero sus recientes hazañas llevan el término “torbellino” a un nivel completamente nuevo. Justo después de una victoria histórica en Australia, Larson cruzó continentes y luchó contra el desfase horario para competir en el Tulsa Shootout, todo mientras equilibraba las prioridades familiares y su insaciable amor por las carreras.
La dominación australiana
El viaje de Larson comenzó en Down Under, donde acaparó titulares al ganar el premio más rico en la historia de los coches de sprint australianos. Compitiendo en el evento High Limit International 410 Sprint Car en Perth, Larson se llevó AUD 100,000 y dejó un rastro de mercancía agotada a su paso. La victoria consolidó aún más su reputación global como una de las estrellas más versátiles del automovilismo.
“Fue una experiencia increíble,” reflexionó Larson. “Los aficionados fueron asombrosos, y la competencia fue de primer nivel. Llevar a casa una victoria así es especial.”
De Down Under a Tulsa
Pero la celebración fue efímera. Larson rápidamente cambió de marcha—literal y figurativamente. Después de un agotador itinerario de viaje que incluyó un vuelo a Sídney, un trayecto de 15 horas a Los Ángeles y una rápida conexión a Tulsa, Larson estaba en el suelo para el icónico Tulsa Shootout, uno de los eventos de micro-sprint más grandes del mundo.
¿Por qué la prisa? Hablando con el reportero de High Racing Tony LaPorta, Larson expuso tres razones para su inquebrantable compromiso:
- La familia primero: “Estar aquí para Owen [su hijo] y su carrera—es su primera vez en el Shootout,” compartió Larson. La oportunidad de ver y apoyar el debut de su hijo en un evento tan renombrado era una prioridad para la estrella de NASCAR.
- Una celebración de cumpleaños: “Era el cumpleaños de nuestro hijo menor el 31, así que fue agradable regresar para eso,” agregó Larson, mostrando su compromiso de equilibrar su apretada agenda con los hitos familiares.
- Un amor puro por las carreras: “Simplemente amo las carreras,” dijo Larson con una sonrisa. “Es un evento genial donde puedo correr en cuatro clases diferentes y competir con Chad Boat un poco más.”
La experiencia del Tulsa Shootout
Para Larson, el Shootout no es solo otra carrera—es una oportunidad para sumergirse en la escena de carreras de base que moldeó su carrera. Compitiendo en cuatro clases y reconectando con viejos amigos como Chad Boat, Larson demostró por qué no solo es un ícono global del automovilismo, sino también un entusiasta genuino de las raíces comunitarias del deporte.
Equilibrando una carrera legendaria y la paternidad
El apretado horario de Larson destaca su dedicación inigualable a las carreras, pero también muestra su papel como padre y hombre de familia. Ya sea apoyando a Owen en el Shootout o volando a casa para un cumpleaños, las acciones de Larson demuestran que incluso en el mundo de los deportes de motor a alta velocidad, la familia es lo primero.
¿Y qué hay de lo siguiente? Conociendo a Larson, es probable que sea otra carrera, otra victoria y otra historia que añadir a su ya ilustre carrera.