En un giro sorprendente de los acontecimientos, el piloto de F1 Gabriel Bortoleto se encontró en el centro del caos cuando un ladrón lo apuntó, robándole su mochila que contenía su pasaporte. El incidente casi pone en peligro su participación en el Gran Premio de Canadá incluso antes de que comenzara el fin de semana de la carrera.
Mientras los pilotos de F1 disfrutaban de un descanso entre las carreras de Mónaco y Montreal, Bortoleto viajó a Suiza, donde le robaron la mochila de un coche, dejándolo sin documentos cruciales. A pesar del contratiempo, su pasaporte fue recuperado eventualmente, lo que le permitió llegar a Montreal para el Gran Premio.
Bortoleto, quien aún no había anotado puntos en la temporada, se mantuvo optimista sobre su rendimiento, creyendo que su primera llegada entre los diez primeros estaba al alcance. Reconoció los desafíos de ser un novato en F1, particularmente los aumentados compromisos mediáticos y de patrocinio en comparación con otras series de carreras.
El joven piloto destacó la adaptación necesaria para equilibrar el rendimiento en pista con los compromisos mediáticos y las obligaciones de los patrocinadores, enfatizando la empinada curva de aprendizaje que enfrentan los novatos en el deporte. A pesar de los obstáculos, Bortoleto se mantuvo enfocado en dar lo mejor de sí en la pista en medio del exigente entorno de la Fórmula 1.