El camino hacia la Fórmula 1 es un duro desafío de talento, perseverancia y, lo más crítico, dinero. Para Zak O’Sullivan, una estrella británica en ascenso con un currículum brillante, las brutales exigencias financieras del sistema de monoplazas de la FIA lo han obligado a desviar su sueño de F1.
O’Sullivan, un ex piloto junior de Williams y subcampeón de Fórmula 3, se retiró de la temporada 2024 de Fórmula 2 con tres rondas por jugar debido a la falta de fondos. Sin ceremonias, su asociación con Williams terminó a principios de 2025, pero su carrera en las carreras no. Ahora, el joven de 19 años comienza un nuevo capítulo en la serie Super Fórmula de Japón, ofreciendo un rayo de esperanza en una historia de advertencia sobre el automovilismo moderno.
La dura economía de las carreras junior
A pesar de un currículum que incluye el Campeonato GB3 de 2021, múltiples victorias en F2 y finales de subcampeón tanto en British F4 como en Fórmula 3, el viaje de O’Sullivan a través de la pirámide de monoplazas se detuvo en seco. Como él mismo explicó, incluso el respaldo de una academia de F1 no garantiza estabilidad financiera.
“Creo que mucha gente ve una librea de equipo de F1 en el coche y asume que el piloto está totalmente financiado… pero no es el caso,” reveló O’Sullivan. “Siempre estás trayendo cantidades astronómicas de dinero a la mesa para conseguir los asientos.”
O’Sullivan no está solo. Los actuales pilotos de F1 como Pierre Gasly y Fernando Alonso han criticado abiertamente los costos desorbitados de las carreras junior. Gasly destacó el asombroso precio de más de $2 millones por una temporada de F2, un aumento respecto a la mitad de esa cantidad hace una década.
“Incluso los presupuestos de karting son una locura,” añadió Gasly. “Tenía amigos talentosos que no podían permitirse subir después de la Fórmula 4.”
Una salida agridulce de F2
La campaña de O’Sullivan en F2 en 2024 mostró su talento, con victorias en Mónaco y Bélgica. Sin embargo, su coche ART Grand Prix tuvo dificultades en comparación con temporadas anteriores, y O’Sullivan no pudo terminar la temporada debido a la falta de fondos. Su partida subraya un problema recurrente: el costo de mantenerse competitivo en las categorías junior a menudo supera las recompensas.
“Aunque no terminé la temporada, aún hice la mayor parte de ella, lo que ayudó a mi causa para conseguir un asiento este año,” señaló O’Sullivan.
Sus reflexiones sobre el manejo del coche de F2 fueron sinceras:
“No es el mejor coche de carreras del mundo… Inevitablemente, algunos pilotos se adaptan mejor a él que otros.”
Super Fórmula: Un nuevo capítulo
La historia de O’Sullivan toma un giro esperanzador al unirse a Kondo Racing para la temporada de Super Fórmula 2025. Después de probar el coche a finales de 2024, O’Sullivan quedó impresionado por su manejabilidad, dirección asistida y previsibilidad en comparación con la maquinaria de F2.
“Los coches de Super Fórmula se sienten más cercanos a la F1… Tienen alta carga aerodinámica, y puedes atacar más. Estoy realmente emocionado de estar en un coche con el que puedes competir.”
Aunque el sueño de la F1 sigue siendo distante, O’Sullivan mantiene sus opciones abiertas. Ya sea que su futuro esté en la F1, WEC o Fórmula E, su enfoque sigue siendo agudo:
“Mi trabajo es hacerlo lo mejor que pueda cuando estoy en un coche de carreras. La Super Fórmula es mi proyecto principal, pero también es un poco un reinicio en mi carrera.”
Una historia de advertencia para la escalera de la FIA
El viaje de O’Sullivan destaca los desafíos que enfrentan los pilotos jóvenes en el panorama actual del automovilismo. La pirámide de monoplazas de la FIA se ha convertido en un coloso financiero, dejando a pilotos talentosos atrás en su estela. Sin embargo, para O’Sullivan, el camino fuera de la ruta hacia la F1 podría ofrecer una ruta más satisfactoria.
El joven de 19 años ha dado su primer paso hacia la redefinición del éxito en el automovilismo, alejándose de los costos abrumadores y las expectativas poco realistas de la escalera de la F1.