Damon Hill, el campeón del mundo de 1996, no se contuvo en sus críticas sobre el rendimiento de Max Verstappen en el Gran Premio de Bélgica. Hill calificó sarcásticamente la carrera de Verstappen como «muy decepcionante», destacando la oportunidad perdida para que el piloto de Red Bull brillara en Spa.
A pesar de las altas expectativas tras las mejoras aerodinámicas de Red Bull, Verstappen solo pudo lograr un cuarto lugar en la carrera. Las dificultades del piloto neerlandés en las condiciones mayormente secas con una configuración de mojado dejaron a muchos cuestionando su rendimiento en una pista donde anteriormente había destacado.
En un giro sorprendente de los acontecimientos, fue Charles Leclerc en Ferrari quien impresionó con su capacidad para mantener a Verstappen a raya, incluso con las mejoras de Red Bull. Hill elogió a Leclerc por su conducción defensiva, enfatizando el resultado inesperado de la carrera.
El propio Verstappen expresó su decepción por la gestión de la carrera por parte del Control de Carrera, citando los desafíos de adaptarse a las cambiantes condiciones de la pista. La decisión de cambiar a neumáticos de seco dejó al piloto de Red Bull luchando por el ritmo, agravando los problemas con el equilibrio de su coche.
A medida que se asienta el polvo del Gran Premio de Bélgica, el foco sigue puesto en el rendimiento decepcionante de Verstappen y la oportunidad perdida para que Red Bull capitalizara sus mejoras. Con la batalla por el campeonato intensificándose, cada carrera se vuelve crucial, y Verstappen necesitará recuperarse con fuerza en las próximas carreras para mantener su desafío por el título.