Debido al crecimiento de la electricidad como fuente de energía para automóviles, la Red Nacional de Carga (RNC), entre enero y noviembre, evitó la emisión de 144,000 toneladas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, y también evitó el consumo de más de 52 millones de litros de diésel. Solo en noviembre, en Portugal, hubo 800,000 sesiones de carga para vehículos equipados con baterías de alta tensión en infraestructuras públicas, en lugar de repostar con combustibles fósiles, lo que representa un aumento del 40% en comparación con el mismo mes en 2024. Y se utilizaron 6,700 estaciones de carga públicas, lo que significa un aumento del 27%.
Más sesiones de carga, más energía consumida, más usuarios: en noviembre, la electricidad proporcionada siguió esta tendencia positiva, totalizando, según la RNC, alrededor de 18 GWh, un aumento del 48% en comparación con el mismo mes del año pasado. Así, considerando los primeros once meses de 2025, hubo más de 8 millones de sesiones de carga, un número que corresponde a más de 180,000 MWh de energía suministrada. En comparación con el mismo período en 2024, tanto el uso (46%) como la energía consumida (59%) aumentaron. El número de usuarios creció un 61%, superando los 419,000.
La adopción de la electromovilidad está, naturalmente, ejerciendo presión sobre la infraestructura, pero la RNC afirma estar preparada para responder a este aumento en la demanda. En noviembre, la red pública contaba con 7,279 estaciones y 13,650 puntos de carga, de los cuales 2,750 eran de carga rápida o ultra-rápida.









