En un mundo donde la adrenalina palpitante de NASCAR se intercambia por los ritmos hipnotizantes de Elvis Presley, y las banderas a cuadros son reemplazadas por zapatos de gamuza azul, reside el universo de Dale Earnhardt Jr. Reconocido como un titán en los circuitos de carreras y conocido cariñosamente como el hijo de «The Intimidator», su fervor por la pista de carreras podría derretir los neumáticos más duros. Sin embargo, bajo el casco de carreras, Earnhardt Jr. alberga otra pasión, una que busca mantener viva la legado del «Rey del Rock ‘n’ Roll» para las generaciones futuras.
Esta no es una historia de Richard Petty. Más bien, es una narrativa tejida a partir de discos de vinilo, decoraciones temáticas de Elvis y el espíritu eterno del rock ‘n’ roll. Pero, ¿cómo logra un entusiasta de la velocidad como Earnhardt Jr., cuya vida gira en torno a la pista de carreras, desacelerar y transmitir su fascinación musical a sus hijos? ¿Qué sucede cuando el mundo de alta octanaje de NASCAR choca con el encanto que hace mover las caderas de Elvis Presley? ¡Abróchense los cinturones, lectores, ya que este tributo está listo para despegar, como un cohete, o quizás un Cadillac sobrealimentado!
Mientras muchos pueden suponer que el universo de Earnhardt Jr. orbita únicamente alrededor de motores rugientes, un motor diferente zumbra en el fondo: su amor por la música. Este entusiasmo no es un interés pasajero; es una obsesión a toda velocidad, avivada por los recuerdos de su abuela amante de Elvis. Ahora está pasando este testigo a sus hijas, continuando el legado de amor por la música.
En la encrucijada de «Hound Dog» y la potencia de caballos, Earnhardt Jr. está en una misión especial. Su objetivo es asegurarse de que sus hijas, Isla y Nicole, crezcan con una fuerte afinidad por el rock ‘n’ roll. «Estoy tratando de que Isla se anime y sea como Fleetwood Mac; eso es bueno, ¿sabes a lo que me refiero? Porque quiero que lo hagan”, reveló en Bless Your Hardt. Es como si las estuviera preparando para una noche de trivia musical, solo que con recompensas más emocionantes. Reconoce que los padres que giran constantemente su colección de vinilos pueden establecer una impresión musical duradera en sus hijos.
Es un firme creyente en el poder de la exposición temprana a melodías clásicas para moldear el paladar musical de un niño y fomentar una apreciación por la música atemporal. En sus palabras, “¿Alguna vez has conocido a personas que piensas, hombre, resultaron geniales, sabes, estás pensando eso en tu mente, como que tus padres hicieron un buen trabajo criándote y ellos serán una de esas personas que dirán sí, mamá y papá, ponían toda la música antigua todo el día en mi casa todo el tiempo y tú piensas, hombre, sabes, tienes una gran apreciación por la música gracias a tus padres.” Es como si estuviera diseñando el telón de fondo musical perfecto para su infancia, un disco de vinilo a la vez.
Para los escépticos que cuestionan la importancia de este legado musical, consideren esto: la música posee una poderosa capacidad para transportarnos a momentos específicos, emociones o recuerdos. Para Earnhardt Jr., la música de Elvis Presley, un regalo de su abuela, tiene un profundo valor nostálgico.
Sin embargo, el amor de Earnhardt Jr. por los clásicos va más allá de una mera apreciación. Es un hombre de tradición, entendiendo la importancia de preservar estas obsesiones musicales como un medio para mantener vivas las tradiciones. Su dedicación es evidente, no solo al poner a Elvis de fondo, sino al crear un estilo de vida que celebra al Rey. Esto se ejemplifica con una habitación de invitados temática de Elvis en su casa, llena de recuerdos y equipada incluso con altavoces que reproducen canciones de Elvis cuando se encienden las luces. ¡Hablemos de dedicación!
En un cruce intrigante entre las carreras y la música, Earnhardt Jr. logró su sueño de NASCAR a través de una asociación con el ganador de 10 premios Grammy, Chris Stapleton. Patrocinado por el Traveller Whiskey de Stapleton, JRM finalmente hizo su debut en la Copa Series en el Daytona 500 con Justin Allgaier al mando, asegurando un digno puesto entre los 10 primeros.
Esta colaboración podría allanar el camino para futuras asociaciones únicas que devuelvan a NASCAR a las referencias de la cultura pop. Dale Jr. y JRM, recién salidos de su éxito en el Daytona 500, podrían ser muy bien los que lideren esta carga.