La temporada baja de NASCAR 2024 ha sido todo menos un retiro tranquilo para prepararse para el nuevo año. En cambio, ha sido sacudida hasta su núcleo por una batalla legal que se avecina, que involucra nada menos que a la leyenda de la NBA Michael Jordan, copropietario de 23XI Racing, y Front Row Motorsports (FRM). El dúo ha llevado a NASCAR a los tribunales por acusaciones de promesas incumplidas, elevando las apuestas en lo que se perfila como un enfrentamiento de alto riesgo que podría redefinir el sistema de cartas del deporte.
La Supuesta Traición de NASCAR: Una Promesa Incumplida
En el corazón de la controversia se encuentra una explosiva acusación por parte de Jerry Freeze de Front Row Motorsports. Según Freeze, el presidente de NASCAR, Steve Phelps, le aseguró personalmente en septiembre que una de las cartas salientes de Stewart-Haas Racing sería entregada a FRM. Sin embargo, la supuesta promesa vino con condiciones—condiciones que FRM y 23XI Racing se han negado rotundamente a aceptar.
En un giro que solo ha alimentado las tensiones, NASCAR supuestamente emitió un ultimátum: FRM podría asegurar la carta, pero solo si abandonaban su demanda conjunta antimonopolio con 23XI Racing. Esta acusación está respaldada por Joe Custer de SHR, quien presentó una declaración jurada afirmando que NASCAR se había comprometido anteriormente a aprobar las transferencias de cartas tanto a 23XI como a FRM. Las narrativas contradictorias han arrojado una sombra sobre la integridad de NASCAR, con ambos equipos ahora redoblando sus esfuerzos en su lucha legal.
Poniéndose Personal: NASCAR Dispara Contra 23XI
A medida que la batalla legal se intensifica, NASCAR ha aumentado la apuesta al atacar la credibilidad de 23XI Racing. Según las alegaciones, correos internos redactados sugieren que 23XI orquestó un esfuerzo para fabricar pruebas de daño irreparable causado por la disputa del charter. Esta afirmación ha enfurecido al presidente de 23XI, Steve Lauletta, quien la desestimó rotundamente como “completamente falsa.”
Las acusaciones han convertido lo que podría haber sido una disputa comercial en una pelea profundamente personal. Para Lauletta y el equipo de 23XI, esto no se trata solo de asegurar un charter; se trata de defender su reputación contra lo que consideran una campaña de desprestigio calculada.
Reloj en marcha: ¿Qué sigue para FRM y 23XI?
Con solo dos meses restantes para resolver el estancamiento, FRM y 23XI siguen clasificados como equipos no charter para la próxima temporada. Esto significa que necesitarán llegar a un acuerdo favorable con NASCAR o enfrentar el desafiante reto de competir sin la estabilidad financiera y competitiva que proporciona un charter. Sin embargo, con las tensiones en aumento y ninguna de las partes mostrando señales de retroceder, las posibilidades de una resolución amistosa parecen cada vez más escasas.
Esta saga se complica aún más con la inminente implementación del nuevo acuerdo de derechos de medios de NASCAR en 2025. El acuerdo promete un impulso financiero sustancial para los equipos charter, intensificando la batalla por una parte del pastel. Para Jordan y FRM, las apuestas no podrían ser más altas.
Denny Hamlin opina: Un mensaje críptico
El copropietario de 23XI Racing y piloto de NASCAR Denny Hamlin ha avivado el fuego con una respuesta críptica. Citando Lucas 8:17 de la Biblia, Hamlin declaró, “Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado, ni nada escondido que no haya de salir a la luz.” El mensaje es claro: Hamlin y Jordan creen que las acciones de NASCAR serán expuestas, y se están posicionando como portavoces de la verdad en este amargo conflicto.
Una Batalla por el Alma de NASCAR
Esta disputa en escalada es más que una lucha por los contratos; es una pelea por el futuro de la gobernanza de NASCAR. Michael Jordan, un ícono global y feroz competidor, ha lanzado el guante, y FRM se ha unido a él en una lucha que podría redefinir la dinámica de poder del deporte. Con acusaciones de promesas incumplidas, ataques personales y maniobras legales, esta saga está destinada a dominar los titulares hasta bien entrada la temporada 2025.
A medida que se asienta el polvo, una pregunta se cierne: ¿puede NASCAR navegar esta tormenta sin dañar irreparablemente su reputación? Por ahora, todos los ojos están en la sala del tribunal—y en la pista de carreras—mientras esta batalla sin precedentes continúa desarrollándose.