La Fórmula 1 siempre ha sido un hervidero de rivalidades y controversias, pero 2024 ha llevado las tensiones a un punto de ebullición. El ex piloto de F1 y ahora comisario de carrera designado por la FIA, Johnny Herbert, ha dado un vistazo entre bastidores a una temporada como ninguna otra, llamándola “el año más contencioso de todos los tiempos.”
Herbert, un veterano del deporte, describió un paddock zumbando de frustración y unidad mientras los pilotos se encuentran cada vez más en desacuerdo con la FIA, particularmente bajo el liderazgo del presidente Mohammed Ben Sulayem. ¿El desencadenante? Una mezcla de decisiones controvertidas, creciente escrutinio y una extraña saga que involucra groserías—sí, groserías.
El Choque Explosivo de Max Verstappen con la FIA Desencadenó una Rebelión de Pilotos
En el centro de la tormenta estaba Max Verstappen, el campeón mundial de Red Bull en cuatro ocasiones. Después de soltar improperios en frustración por su coche de bajo rendimiento a principios de este año, Verstappen fue rápidamente censurado por la FIA. En lugar de aislar al holandés, la reprimenda salió mal de manera espectacular, uniendo a los pilotos de F1 como nunca antes.
Con la Asociación de Pilotos de Grandes Premios (GPDA) alzando la voz en solidaridad, la reacción hacia el liderazgo de la FIA fue feroz, alimentando aún más una atmósfera ya tensa. Los pilotos, a menudo divididos por intensas rivalidades en pista, de repente se convirtieron en una “manada”—una vista rara en la F1 moderna.
Herbert reveló: “Los pilotos están más unificados que nunca. Tienen opiniones muy firmes. No he visto tal unidad en más de 30 años.”
¿La causa subyacente? La creciente insatisfacción con las decisiones de la FIA, el escrutinio de los comisarios de carrera y lo que muchos perciben como una arbitraje inconsistente. Herbert explicó la creciente desobediencia de los pilotos y equipos: “Es bueno que tengan voz. Cuanto más lo hagan, más se les escucha.”
Detrás de Puertas Cerradas: Decisiones de los Comisarios Bajo Presión Implacable
Como comisario de la FIA, Herbert se ha encontrado en el ojo de la tormenta, presenciando de primera mano cómo decisiones en fracciones de segundo pueden convertirse en controversias disectadas por expertos, aficionados y equipos. Sin embargo, sostiene que el papel, aunque ingrato, no es causa de una hostilidad persistente.
“Dentro del paddock, simplemente sigues adelante. Sí, tienes tus desacuerdos y frustraciones, pero simplemente sigues adelante. Esa es la única manera. No hay animosidad persistente con los pilotos o sus padres,” dijo Herbert, refiriéndose probablemente a figuras de alto perfil en el paddock que a menudo se ven haciendo lobby por sus hijos o equipos.
A pesar de la inmensa presión, Herbert cree que hay un respeto mutuo en el paddock: “Todos saben que ser comisario es un trabajo difícil. No he sentido que haya afectado ninguna de las relaciones que tengo en el paddock.”
¿Está el Liderazgo de la FIA Bajo Ben Sulayem en un Punto de Quiebre?
La unidad entre los pilotos ha amplificado el escrutinio sobre la gobernanza de la FIA bajo Ben Sulayem. Desde la sobre-política del comportamiento de los pilotos hasta las sanciones inconsistentes, el creciente sentido de frustración es palpable. La saga de los insultos de Verstappen, que se convirtió en un fiasco que captó la atención mundial, fue un punto de inflexión que subrayó cuán tensa se ha vuelto la relación entre la FIA y los pilotos.
Lo que solía ser frustraciones aisladas ahora se siente como una ruptura a gran escala, con la FIA cada vez más posicionada como el “enemigo común,” como sugiere sutilmente Herbert.
Un Punto de Inflexión para la Fórmula 1
Para Herbert, el drama y los desacuerdos son parte del territorio en un deporte que prospera en márgenes extremadamente finos. Pero la nueva unidad entre los pilotos—quizás nacida de frustraciones mutuas—ha añadido una nueva capa de imprevisibilidad al ya de por sí arriesgado mundo de la F1.
A medida que la F1 avanza hacia 2025, la pregunta sigue siendo: ¿puede la FIA recuperar el control de la narrativa, o la voz colectiva de los pilotos forzará un cambio duradero? De cualquier manera, el paddock sigue siendo un campo de batalla, con Max Verstappen y sus rivales liderando una rebelión contra el statu quo.
Para los aficionados y los expertos, es un momento tentador. ¿Para Mohammed Ben Sulayem y la FIA? Es una bomba de tiempo.
Una cosa es clara: la lucha por el poder en la Fórmula 1 apenas comienza, y los pilotos no se rendirán pronto.