En un movimiento innovador para la Fórmula 1, la FIA ha acordado reevaluar y potencialmente reescribir sus directrices de carrera tras un acalorado briefing de pilotos en el Gran Premio de la Ciudad de México. La decisión llega en medio de intensas críticas por parte de los pilotos que afirman que las reglas actuales crean vacíos peligrosos y permiten tácticas injustas.
La revisión fue provocada por el descontento generalizado sobre la penalización del piloto de McLaren, Lando Norris, en el Gran Premio de EE. UU. del fin de semana pasado. En Austin, Norris recibió una penalización controvertida después de intentar adelantar a Max Verstappen en la Curva 12, una decisión que dejó a McLaren furioso y cuestionando la integridad misma de las directrices de carrera. Aunque la apelación de McLaren fue desestimada, el incidente puso de relieve un defecto crítico en el reglamento, que muchos pilotos argumentan permite un exceso de margen en pista.
Aquí es donde las tácticas de Verstappen fueron objeto de críticas. En su enfrentamiento con Norris, el piloto de Red Bull se lanzó agresivamente hacia el vértice de la Curva 12, obligando a ambos coches a salirse de la pista mientras Norris asumía la penalización solo. Según Pierre Gasly de Alpine, este enfoque explotó un “vacío” que permitía al coche líder una protección indebida en las curvas. “Quien llegue al vértice primero debería tener prioridad”, argumentó Gasly, reflejando la frustración sentida en todo el paddock.
El tema ha provocado fuertes reacciones de otros pilotos de alto perfil, con el siete veces campeón del mundo Lewis Hamilton calificando las reglas actuales como una receta para el caos. “No deberías poder soltar los frenos, salirte de la pista y mantener tu posición”, declaró Hamilton. Tales movimientos, sostiene, permiten a los pilotos “salirse con la suya” con tácticas injustas mientras que los oponentes enfrentan las consecuencias.
Sumando combustible al fuego, George Russell de Mercedes expresó la necesidad de «sentido común» y pidió un enfoque estandarizado con comisarios permanentes de F1 que pudieran garantizar consistencia y equidad a lo largo de la temporada. “Si tuviéramos los mismos comisarios durante todo el año, los pilotos estarían en la misma página,” dijo Russell, frustrado con el actual enfoque de “letra de la ley”.
La FIA reconoció las preocupaciones de los pilotos y se comprometió a revisar las reglas, prometiendo directrices revisadas para 2025. Tras el briefing “animado”, la organización confirmó que redactaría actualizaciones y buscaría la retroalimentación de los pilotos. Este consenso marca un cambio significativo en el enfoque de la FIA, ya que pilotos como Alex Wurz, presidente de la Asociación de Pilotos de Gran Premio, expresaron optimismo sobre lo que él llamó un “empuje colectivo” por mejores y más consistentes directrices de carrera.
«Agradecemos el trabajo de los comisarios, pero vemos margen para mejorar,» dijo Wurz. «No queremos sobre-regulación; queremos una buena y justa competencia.»
El piloto en el centro de la controversia, Max Verstappen, rechazó las críticas, afirmando que simplemente se adhiere a las reglas tal como son. “No soy yo quien hace las reglas—solo las sigo,” aclaró Verstappen el jueves, añadiendo que ajustaría sus tácticas si y cuando las reglas evolucionen.
Este anuncio ha causado revuelo en la comunidad de carreras, con aficionados e insiders anticipando una nueva era de F1 donde la habilidad y el espíritu deportivo—no las tecnicidades—definan la pista. Las próximas revisiones de reglas podrían remodelar la cultura de las carreras, estableciendo un nuevo estándar de equidad y transparencia mientras la FIA busca mejorar el espectáculo de alta octanaje que es la Fórmula 1.