A medida que la Fórmula 1 continúa ajustando sus rigurosos estándares de rendimiento, los equipos se preparan para un mayor escrutinio sobre la flexibilidad del ala trasera. La Federación Internacional del Automóvil (FIA) está lista para implementar pruebas más estrictas en el próximo Gran Premio de China este fin de semana, tras un estudio profundo de la dinámica del vehículo en pista durante la apertura de la temporada en Australia.
Un reajuste del reglamento fue provocado por el análisis cuidadoso de la FIA de imágenes en alta definición, capturadas por cámaras especializadas instaladas en autos seleccionados. Estas cámaras registraron el rendimiento de las alas traseras en tiempo real durante las sesiones de práctica. La FIA también utilizó pegatinas de puntos de referencia en los vehículos para mejorar sus esfuerzos de monitoreo.
Los datos recolectados en la pista, combinados con mediciones de deformación estática tomadas en el garaje de la FIA en Melbourne, indicaron la necesidad de un endurecimiento inmediato de las regulaciones respecto al ala trasera superior. A la luz de esto, la FIA ya ha revisado las regulaciones de 2025, reduciendo el espacio permitido en la ranura – la distancia entre el plano principal y el flapper del ala trasera – de 2 mm a apenas 0.5 mm.
Sin embargo, considerando la naturaleza abrupta de estos cambios, se otorgará a los equipos un margen de tolerancia temporal de 0.25 mm, aumentando efectivamente el límite a 0.75 mm solo para el Gran Premio de China. Después de esto, la restricción de 0.5 mm se aplicará en plena vigencia. A pesar de los cambios, es crucial señalar que todos los equipos que se probaron en Melbourne se encontraron en cumplimiento con el Artículo 3.15.17 de las regulaciones de la FIA y se consideraron legales.
La decisión de la FIA de restringir la flexibilidad del ala trasera se ve en el contexto de las recientes sospechas sobre trucos de elasticidad aerodinámica este año. Red Bull, en particular, expresó preocupaciones durante las pruebas de pretemporada sobre las alas traseras de los autos rivales, sospechando de una flexión excesiva y manipulación del espacio de la ranura.
Las cámaras capturaron el ala trasera de Mercedes pareciendo flexionarse hacia atrás durante las rectas, mientras que la expansión de la ranura observada en ciertos coches insinuaba un resurgimiento de tácticas de ‘mini-DRS’. Este movimiento se había visto anteriormente hacia el final de la temporada pasada cuando McLaren aprovechó su ‘mini-DRS’ para mejorar la velocidad en línea recta de sus coches, ayudando a Oscar Piastri a asegurar la victoria en el Gran Premio de Azerbaiyán.
En respuesta a estas preocupaciones, y tras diálogos con la FIA, McLaren acordó modificar su ala trasera para frenar tales tácticas. Para prevenir aún más que los equipos explotaran esta área gris, se realizaron modificaciones a los reglamentos técnicos este año. La FIA también introdujo una regla clara que establece que la posición de la carrocería del DRS solo puede estar en estado abierto o cerrado, eliminando cualquier flexibilidad para movimientos intermedios.
A pesar de estas modificaciones, el director técnico de Red Bull, Pierre Wache, expresó durante las pruebas de pretemporada que algunos equipos parecían continuar explotando esta área. Mencionó específicamente a Ferrari y McLaren como posibles culpables. Las observaciones de pintura de flujo en las alas traseras de algunos coches también sugirieron una flexión inusual a altas velocidades.
Además del problema del ala trasera, la FIA ha anunciado pruebas de estrés más estrictas para las alas delanteras, que se implementarán a partir del Gran Premio de España. A medida que la FIA endurece su control sobre los reglamentos de rendimiento, está claro que el mundo de la Fórmula 1 se prepara para una temporada dinámica y emocionante.