En la carrera de la NASCAR Cup Series en el Circuito de las Américas (COTA), los espectadores fueron testigos de un espectáculo inesperado desde el principio cuando Ross Chastain ejecutó una audaz maniobra de «dive-bomb» en la Curva 1. Esto provocó un choque de cinco coches y envió a Chase Elliott, cuyo coche No. 9 había demostrado un rendimiento estelar en la clasificación, girando hacia el final del pelotón.
Esto, comprensiblemente, desató una tormenta dentro del equipo de Elliott. Su jefe de equipo, Alan Gustafson, desahogó su furia por la radio del equipo, dejando claro que creía que era hora de la retribución. La expectativa de un movimiento de represalia por parte de Elliott era alta, dado su tercer lugar en la clasificación y las sólidas perspectivas de carrera que tenía antes del incidente.
Sin embargo, Elliott eligió un camino de calma en medio de la tormenta que se avecinaba. A pesar de que tuvo que luchar a través del tráfico, logró terminar impresionantemente en cuarto lugar. A pesar del clamor por la retribución de su equipo y de la comunidad más amplia de NASCAR, Elliott decidió centrarse en el panorama general y desestimó la idea de buscar venganza.
Manteniendo su actitud serena, Elliott expresó su frustración pero se negó a avivar las llamas de la controversia. «Es la primera vuelta de la maldita carrera,» comentó, mostrando decepción por el revés temprano pero evitando cualquier comentario inflamatorio. Esta actitud fue aún más evidente en el Phoenix Raceway, donde minimizó la situación, evitando cualquier posible escalada.
Entre aquellos que tuvieron problemas con las acciones de Chastain estaba Dale Earnhardt Jr., quien, en su pódcast, expresó su desaprobación no por la maniobra en sí, sino por el silencio de Chastain tras el incidente. Denny Hamlin, otro piloto que ha tenido su parte de enfrentamientos con Chastain, también enfatizó la importancia de que los pilotos asuman sus errores.
Eventualmente, Chastain rompió su silencio y admitió su error antes de la carrera en Phoenix. Reconoció que su movimiento fue un mal juicio y aclaró que su intención no era causar un accidente. Su decisión de dejar pasar a Elliott más tarde en la carrera fue una clara indicación de su precaución, un rasgo que algunos consideran poco característico de su habitual estilo de conducción agresivo.
En 2023, Chastain estuvo involucrado en múltiples colisiones con el piloto de Chevrolet de Hendrick Motorsports, Kyle Larson. Rick Hendrick, propietario de Hendrick Motorsports, fue bastante vocal en su crítica hacia Chastain en ese momento. Algunos especulan que esta confrontación pudo haber llevado a Chastain a moderar sus tácticas de conducción.
En cuanto a Elliott, parece haber dejado el incidente atrás, enfocándose en ganar impulso y dar la vuelta a su temporada. Después de una impresionante carrera de regreso en COTA, ahora fija su mirada en el Phoenix Raceway.
Phoenix Raceway, un óvalo de una milla, ha sido un circuito desafiante para Elliott en la era Next Gen. A pesar de haber ganado el campeonato en 2020 allí, ha tenido dificultades en sus apariciones recientes. Ha liderado solo 57 vueltas en cinco salidas desde 2022, con un promedio de finalización de 16.4, una caída significativa de su rendimiento habitual de primer nivel.
Todos los ojos están ahora en el equipo de Elliott, Hendrick Motorsports, que tiene un récord notable en Phoenix con 13 victorias y la mayor cantidad de finales entre los cinco primeros. Los compañeros de equipo de Elliott, William Byron, Kyle Larson y Alex Bowman, también están en racha. Byron lidera actualmente la clasificación y ha logrado consistentemente finales entre los 10 primeros en Phoenix.
El jefe de equipo de Elliott, Alan Gustafson, un ganador de Phoenix en cuatro ocasiones con diferentes pilotos, aporta una gran experiencia que podría ayudar al equipo a recuperarse. A medida que avanza la temporada de NASCAR, la capacidad de Elliott para mantenerse enfocado en medio de la controversia sin duda será puesta a prueba. Su actuación serena en COTA, incluso bajo presión, mostró su temple. Ahora, Phoenix le presenta una oportunidad para demostrar que sus críticos están equivocados y que la paciencia puede, de hecho, dar frutos.
Solo el tiempo dirá si Elliott puede cambiar el rumbo de su temporada y asegurar su lugar en los playoffs con una victoria en Phoenix. ¡Comparte tus pensamientos en la sección de comentarios!