Un giro impactante en el mundo de la F1 ha dejado a aficionados y expertos en incredulidad mientras se desarrolla una gran controversia en torno al trato de Red Bull hacia Max Verstappen en el Gran Premio de España. Durante la carrera, Red Bull tomó una decisión cuestionable al hacer entrar a Verstappen en boxes bajo un safety car tardío, equipando su coche con neumáticos duros que nunca formaron parte de su estrategia de carrera debido a su menor rendimiento. Este movimiento salió mal, ya que Verstappen luchó por calentar los neumáticos, perdiendo posiciones frente a sus competidores y llevando a una acalorada confrontación con George Russell.
El exestrella de McLaren, Mika Hakkinen, expresó su asombro ante la comunicación por radio entre Verstappen y su equipo, donde Verstappen tuvo que confirmar qué neumáticos se habían puesto en su coche después de la parada en boxes. Hakkinen destacó la situación inusual, afirmando: «Normalmente, el piloto sabe exactamente qué neumáticos tiene y el estado de los neumáticos cuando los van a poner en el coche durante una carrera.»
Las consecuencias de la estrategia de neumáticos no solo le costaron a Verstappen posiciones en la carrera, sino que también contribuyeron al incidente con Russell. El propio Verstappen reconoció el papel de la decisión sobre los neumáticos en su frustración que llevó a la colisión con el piloto de Mercedes.
Si bien el resultado de reiniciar con neumáticos blandos desgastados sigue siendo incierto, la controversia en torno a la toma de decisiones de Red Bull y su impacto en el rendimiento de carrera de Verstappen ha levantado cejas en toda la comunidad de la F1. A medida que los aficionados esperan la próxima carrera con la respiración contenida, las repercusiones de este incidente seguramente permanecerán en el aire.