La estrella en ascenso de Joe Gibbs Racing, Chase Briscoe, ha revelado la intensa y meticulosa preparación que lo impulsa al éxito en el circuito de NASCAR. Briscoe, quien hizo la transición de Stewart-Haas Racing a Joe Gibbs Racing, inicialmente se sintió abrumado por la precisión y la estructura del equipo. Sin embargo, se ha adaptado sin problemas y ahora se encuentra hombro con hombro con los principales contendientes del deporte.
En una reciente aparición en Rubbin’ Is Racing, Briscoe profundizó en sus rituales de preparación para las carreras, enfatizando la integración de sesiones de simulador, el análisis de grabaciones de carreras archivadas y un escrutinio exhaustivo de datos. El joven talento no deja piedra sin mover en su búsqueda de la perfección, examinando meticulosamente cada detalle para refinar su rendimiento.
La rutina de preparación de Briscoe incluye estudiar carreras pasadas para identificar la posición óptima del coche en cada curva, comparar su rendimiento con años anteriores y perfeccionar su línea de conducción para dar la vuelta perfecta. Este proceso exhaustivo no solo destaca su progreso, sino que también señala áreas de mejora.
Con una dedicación inquebrantable, Briscoe pasa horas en el simulador cada semana, traduciendo las ideas de su análisis en resultados tangibles en la pista. Su equipo proporciona retroalimentación crucial, lo que le permite afinar continuamente sus habilidades y elevar su rendimiento para competir con los mejores del negocio.
A pesar de sus ideas erróneas anteriores sobre el estilo de vida relajado de los conductores de NASCAR, Briscoe ahora entiende el compromiso incesante y el arduo trabajo que se requieren para tener éxito en el deporte. Su enfoque disciplinado ha dado frutos, evidente en su impresionante posición en las clasificaciones y su notable victoria en Pocono en junio.
A medida que Briscoe continúa causando impacto en el ámbito de NASCAR, su meticulosa preparación y su inquebrantable enfoque sirven como testimonio de su ambición y su impulso por la excelencia. Con cada carrera, consolida su estatus como una fuerza formidable a tener en cuenta, solidificando su lugar entre los competidores de élite del deporte.