El fabricante chino de vehículos eléctricos BYD anunció que ha cortado lazos con la empresa subcontratada cuyos trabajadores chinos fueron encontrados viviendo y trabajando en condiciones similares a la esclavitud en Brasil, lo que llevó a la suspensión de las obras de instalación de la nueva fábrica de BYD en Camaçari, Bahía.
Según funcionarios del gobierno brasileño, la empresa constructora responsable del proyecto, Jinjiang Construction, trató a sus 163 trabajadores como esclavos modernos. Estos trabajadores, supuestamente contratados en China por otra empresa, fueron traídos a Brasil por medios irregulares. Además, más de 100 empleados tuvieron sus pasaportes retenidos.
Este jueves, el Grupo Jinjiang declaró que la descripción hecha por las autoridades brasileñas de sus empleados como «esclavos» era inconsistente con los hechos y que había habido malentendidos en la traducción.
“Ser etiquetados injustamente como ‘esclavos’ hizo que nuestros empleados sintieran que su dignidad fue insultada y sus derechos humanos violados, perjudicando gravemente la dignidad del pueblo chino. Firmamos una carta conjunta para expresar nuestros verdaderos sentimientos”, dijo Jinjiang en una publicación en la red social china Weibo. Cabe destacar que BYD está construyendo una nueva fábrica en Brasil, que tendrá una capacidad de producción anual de 150,000 vehículos y se espera que comience la producción a principios de 2025.