El crecimiento de las ventas de vehículos eléctricos chinos de bajo costo está sacudiendo el dominio de décadas de las marcas japonesas en el sudeste asiático, según un estudio publicado este martes por la firma de consultoría y auditoría PwC.
El estudio citado por “RTP” indica que la cuota de mercado de los fabricantes japoneses, liderados por Toyota, Honda y Nissan, ha caído al 62% de las ventas en la primera mitad de 2025 en los seis mercados más grandes de la región, en comparación con un promedio del 77% en la última década.
Por otro lado, los productores chinos han aumentado su cuota de mercado, casi inexistente, a más del 5% de 3.3 millones de unidades vendidas.
La ofensiva china se justifica por la guerra de precios que enfrenta el sector en China, lo que ha llevado a los fabricantes locales a expandir su estrategia de crecimiento a mercados externos cercanos, beneficiándose de un acuerdo comercial regional que garantiza acceso sin aranceles.
«La entrada de los fabricantes de vehículos eléctricos chinos marca el fin de una era de dominio japonés en el sudeste asiático», señaló Patrick Ziechmann, analista de PwC en Malasia.
Uno de los casos más recientes es Indonesia, considerado el mayor mercado de consumo de la región, donde las ventas de Toyota cayeron un 12% entre enero y agosto, hasta 161,079 unidades, mientras que la empresa china BYD vio sus ventas triplicarse a 18,989.
Un factor determinante para este crecimiento son los precios asequibles de los modelos chinos en comparación con sus competidores japoneses. «El precio es el factor decisivo. Los japoneses deben reaccionar; de lo contrario, seguirán perdiendo cuota de mercado», dijo el vicepresidente de la asociación de fabricantes de automóviles de Indonesia, Jongkie Sugiarto, según lo citado por el periódico británico “Financial Times.”
La presencia de marcas chinas en ese país del sudeste asiático no se limita a las ventas, ya que al menos 15 marcas ya están activas y se espera que otras cinco ingresen al mercado pronto.
Además, algunas marcas chinas ya han establecido sus propias fábricas, mientras que otras están produciendo en asociación con empresas locales, beneficiándose de exenciones temporales de impuestos de importación para vehículos eléctricos.
Sin embargo, a partir de 2026, las marcas chinas tendrán que producir localmente para continuar accediendo a subsidios, lo que podría obstaculizar el crecimiento de marcas más pequeñas.