La temporada de Fórmula 1 de 2024 fue una montaña rusa para Mercedes, marcada por breves momentos de brillantez y períodos prolongados de frustración. El comentario irónico de Toto Wolff sobre que Mercedes se ganaba el título de “campeones de pista sucia” encapsula las luchas del equipo y destaca una tendencia desconcertante: sobresalir en pistas limpias durante FP1, solo para flaquear a medida que avanzaba el fin de semana.
El Patrón: Líderes Tempranos, Desvanecidos del Fin de Semana
Mercedes mostró una habilidad para encabezar las hojas de tiempos en las primeras sesiones de práctica cuando las condiciones de la pista eran las más sucias, mostrando una competitividad inicial. Sin embargo, a medida que los niveles de agarre aumentaban y los rivales desbloqueaban sus configuraciones, Mercedes parecía incapaz de mantener su ventaja.
«FP1 siempre es genial, y luego en el momento en que el agarre entra en juego, hemos visto que las actuaciones se deterioran,» comentó Wolff de manera franca.
Este fenómeno fue un tema persistente, con un optimismo temprano que a menudo daba paso a la decepción para cuando los coches se alineaban en la parrilla.
El W15: Una Máquina Problemática
La temporada 2024 vio a Mercedes luchar con un coche en el que ninguno de los pilotos podía confiar plenamente, particularmente Lewis Hamilton. Aunque el equipo logró cuatro victorias, el W15 estuvo plagado de problemas fundamentales que dejaron el coche impredecible e inconsistente en diversas condiciones de pista.
Hamilton y George Russell expresaron frustraciones a lo largo del año, con el optimismo ocasional de Russell a menudo atenuado por contratiempos en las carreras posteriores. Wolff admitió que, a pesar del progreso, el equipo se encontró repetidamente tomando «los caminos equivocados» con las actualizaciones y las rutas de desarrollo.
Los Altos: De Canadá a la Aceleración del Verano
Mercedes pareció descifrar brevemente el código del efecto suelo a mitad de temporada, entregando actualizaciones en Canadá que llevaron a tres victorias en cuatro carreras antes del receso de verano. Este tramo ofreció esperanza de que los campeones de constructores en ocho ocasiones pudieran recuperar su forma.
Los Bajos: Tropiezos Post-Verano
Desafortunadamente, el impulso se desvaneció tras el receso:
- Bélgica: Un suelo revisado fue abandonado después de que no logró entregar las ganancias esperadas.
- Austin: Un nuevo paquete causó más dolores de cabeza que soluciones, planteando preguntas sobre la trayectoria de desarrollo del equipo.
A pesar de que Russell insistió en que el equipo “entendía los problemas” al final de la temporada, Wolff se mantuvo cauteloso, reflexionando sobre cuán a menudo su confianza había estado mal ubicada.
La Perspectiva Desalentadora de Wolff
El director del equipo Mercedes fue directo en su evaluación de la temporada, señalando los desafíos de ponerse al día una vez que los rivales habían progresado.
«No puedes volver a una actualización de Silverstone, ponerla en el coche y esperar estar en la delantera porque desde entonces todos los demás han mejorado un par de décimas.»
Los comentarios de Wolff subrayan cuán competitiva se ha vuelto la parrilla en la era actual, con poco margen de error y menos oportunidades para soluciones rápidas.
El Camino por Delante: ¿Lecciones Aprendidas?
Mercedes se enfrenta en 2025 a desafíos significativos para cerrar la brecha con equipos como McLaren y Ferrari, sin mencionar a Red Bull. El mantra de Wolff de aprender a través del fracaso resuena, pero está claro que el equipo necesita más que solo lecciones; necesitan un avance sísmico en el rendimiento del coche y en la adaptabilidad de la configuración.
Con Hamilton y Russell continuando a la cabeza del equipo, Mercedes deberá abordar las debilidades fundamentales de su coche mientras asegura que no repita los costosos errores de 2024. Como Wolff resumió acertadamente:
“Cuanto más conduces, más fallas, más aprendes. Pero la competencia no duerme.”
Si Mercedes puede despertar de su propia caída a tiempo para 2025 sigue siendo una incógnita, pero está claro que el equipo no puede permitirse tomar otro camino equivocado.