Chase Briscoe, el estimado piloto de Joe Gibbs Racing, se ha encontrado en una situación desesperada. A pesar de una actuación estelar en el Daytona 500 de 2025, donde aseguró la pole position y terminó en cuarto lugar, sus aspiraciones al campeonato han sufrido un golpe severo. Los oficiales de NASCAR descubrieron que el alerón de su Toyota No. 19 había sido modificado, una clara violación de las estrictas regulaciones del deporte, lo que llevó a una dura penalización para su equipo.
El nativo de Indiana, que aún tiene 35 carreras por delante en su campaña de la Copa, ahora enfrenta un desafío desalentador: cambiar la situación y salvar su temporada. La tarea no solo es cuesta arriba, sino que requiere nada menos que un milagro, considerando el impacto de la penalización.
El inicio de ensueño para Briscoe parecía estar convirtiéndose en una pesadilla. Su triunfante tiempo de vuelta más rápido en el Daytona International Speedway, que rompió la sequía de 27 años para Joe Gibbs Racing y aseguró a Toyota su primer puesto en el Daytona 500 desde su debut en NASCAR, fue opacado por la controversia. Después de la carrera, los oficiales descubrieron el secreto de la increíble velocidad de Briscoe: un alerón modificado, un componente estrictamente regulado por NASCAR.
Reaccionando a la penalización y la pérdida de su nuevo jefe de equipo, James Small, Briscoe le dijo a Bob Pockrass de FOX Sports: “No es nada ideal, especialmente tan temprano en la temporada cuando todavía estamos conociéndonos. Es un retroceso significativo, pero tenemos un profundo grupo de talento en JGR.”
Las repercusiones del incidente del spoiler son severas. Briscoe ha sido penalizado con 100 puntos de piloto y 10 puntos de playoffs, mientras que su equipo fue multado con $100,000. Para agravar los problemas, James Small, el jefe de equipo de Briscoe, ha sido suspendido por cuatro carreras de la Copa, y el equipo ha perdido 100 puntos de propietario. Incluso si Briscoe ganara cada etapa, asegurara el punto de la vuelta más rápida y emergiera victorioso en la carrera de Atlanta este domingo, aún estaría en números rojos. Esta dura acción de NASCAR parece estar dirigida a disuadir a otros pilotos y equipos de recurrir a tales tácticas.
La penalización ha colocado a Briscoe en una posición precaria en Joe Gibbs Racing. Expresó su deseo de que James Small estuviera presente, especialmente tan temprano en la temporada, afirmando que construir química es crucial. Con la próxima Ambetter Health 400 de 2025, Briscoe buscará una victoria para salvar su temporada. Actualmente, se encuentra con una diferencia de -67 puntos, lo que requiere que cada actuación sea maximizada para mantenerse competitivo en la Copa.
Joe Gibbs Racing espera una reversión del veredicto de NASCAR. El equipo, sin nada más que perder, ha decidido apelar la penalización. Emitieron un comunicado especificando que el problema ocurrió durante el ensamblaje cuando los pernos utilizados para unir la base del spoiler al capó causaron que los agujeros pre-perforados se desgastaran debido a interferencias de las piezas.
Sobre las perspectivas de que la decisión sea revocada, Briscoe se muestra esperanzado: “Todavía hay una oportunidad de apelar, así que eso es lo que estamos haciendo ahora. Agradecemos la oportunidad y esperamos salir adelante.” Actualmente, se encuentra en el puesto 45 de la clasificación de pilotos, 88 puntos por debajo de la línea de corte. La historia muestra que NASCAR redujo una multa similar en el pasado, lo que le da al equipo un rayo de esperanza.
En 2023, tres pilotos de Hendrick Motorsports fueron penalizados con 100 puntos y sus jefes de equipo fueron suspendidos por cuatro carreras debido a problemas con las salidas de aire del capó. Las similitudes entre estos casos sugieren una posible reducción en las multas de JGR. Sin embargo, incluso si se restauran los puntos, la suspensión de los jefes de equipo seguiría siendo un golpe para Briscoe, ya que busca construir una buena relación con su nuevo jefe de equipo.
Los datos históricos no están a favor de Joe Gibbs Racing, ya que solo 39 de 175 apelaciones desde 1999 han sido reducidas y 16 anuladas. Sin embargo, el equipo sigue esperanzado por un milagro que podría cambiar su suerte, a pesar de las aparentemente insuperables probabilidades.