Todo aficionado de NASCAR conoce la sensación: ver una carrera, observar cómo un equipo recibe una decisión brutal y pensar, «¡Eso simplemente no parece justo!» Ocurrió una y otra vez en 2024, alimentando la indignación sobre la gestión de vehículos dañados por parte de NASCAR y las acusaciones de manipulación de carreras. Pero de cara a 2025, NASCAR está haciendo cambios audaces, reformulando la Política de Vehículos Dañados (DVP) y redefiniendo lo que constituye manipulación de carreras, un movimiento que podría cambiar el deporte para siempre.
Pero, ¿estas actualizaciones de reglas arreglarán los problemas de credibilidad de NASCAR, o solo añadirán leña al fuego? Vamos a desglosar qué está cambiando—y cómo el insider de NASCAR Kevin Harvick cree que responderán los equipos.
NASCAR Da Más Poder a los Equipos Sobre Vehículos Dañados
Durante años, NASCAR dictó lo que sucedía con los coches dañados, a menudo tomando decisiones impopulares que sacaban a los equipos de las carreras. Pero a partir de 2025, NASCAR está dando un paso atrás, otorgando más control a los equipos sobre si reparar o retirar sus coches.
Aquí está lo que está cambiando:
✔️ Los coches dañados ya no se dan de baja automáticamente – Los equipos ahora pueden trabajar en las reparaciones incluso si un vehículo ha sido remolcado o enviado al garaje.
✔️ Límites de tiempo introducidos para reparaciones en la zona de pits – Los equipos tendrán siete minutos para arreglos en la zona de pits, con un límite extendido de ocho minutos para las carreras en el Atlanta Motor Speedway.
✔️ Sin límite de tiempo en el garaje – Si los equipos llevan un coche al garaje para reparaciones, pueden trabajar en él sin restricciones—pero si no logran salir de la zona de pits antes de que expire su límite, seguirán las penalizaciones.
✔️ Los coches remolcados tienen una oportunidad de luchar – Cualquier vehículo que no pueda llegar a la zona de pits debido a daños por choque o llantas desinfladas será llevado directamente al garaje para reparaciones—algo que NASCAR se negó a permitir antes.
¿Qué significa esto para los equipos? Simple: ahora deciden si su coche está realmente fuera de la carrera, en lugar de que un oficial de NASCAR tome la decisión.
Kevin Harvick sobre el cambio de poder en NASCAR: “Me alegra que se hayan excluido a sí mismos”
¿Un hombre que no está triste de ver a NASCAR aflojar su control? Kevin Harvick. El campeón retirado de la Copa ha sido vocal sobre las inconsistencias de NASCAR en la aplicación de las reglas de vehículos dañados.
“Me alegra que se hayan apartado de lo que está sucediendo porque ahora pueden remolcar ese coche al garaje con llantas desinfladas. Pueden remolcar el coche al garaje con un accidente y decir: ‘Buena suerte, equipos, espero que logren volver a la pista de carreras.’”
El punto de Harvick es claro: NASCAR nunca iba a ganar esta batalla. No importa qué decisión tomaran, alguien siempre se sentía menospreciado.
“Dejen que el equipo tome la decisión. Y me alegra que NASCAR ya no tenga que estar en medio de esto porque no iban a ganar. Sí, no iban a ganar. La discusión—ya fuera correcta o incorrecta—siempre iba a hacer que alguien sintiera que había favoritismo… Y vimos esto en juego varias veces el año pasado.”
¿Una de esas instancias? La pesadilla de Ryan Blaney en Watkins Glen.
Controversia en Watkins Glen: Ryan Blaney vs. NASCAR
La temporada pasada, la política de vehículos dañados de NASCAR estuvo en el centro de múltiples controversias de alto perfil, pero ninguna más evidente que lo que le sucedió a Ryan Blaney.
📍 Watkins Glen, 2024 – En la vuelta 1, Blaney se vio atrapado en un accidente. Su coche sufrió daños, pero ¿estaba más allá de la reparación? Su equipo ni siquiera tuvo la oportunidad de averiguarlo. NASCAR lo descartó de inmediato, remolcando su coche fuera de la pista—terminando su día.
Blaney estaba furioso y más tarde criticó la cuestionable gestión de NASCAR en la situación:
“Dénnos una oportunidad para arreglarlo. ¿Cómo saben si hemos terminado o no? No tienen idea del daño. Es que no pude conducirlo de vuelta a la caja de pits y ya estamos acabados. Te remolcan de regreso al garaje, ¡y no puedes conducirlo de vuelta!”
Para empeorar las cosas, NASCAR envió una grúa a la pista durante la carrera—una medida que generó serias preocupaciones de seguridad y enfureció a los aficionados.
¿Silenciará esto a los críticos de NASCAR?
En el corazón de estos cambios de reglas hay un objetivo simple—restaurar la confianza. Los aficionados, conductores y equipos han sentido durante mucho tiempo que ciertas reglas se aplicaban de manera injusta, o que NASCAR tenía favoritos.
Ahora, con los equipos teniendo más autonomía sobre sus propios resultados de carrera, hay esperanza de que la frustración y el descontento de 2024 no se repitan.
Pero no te equivoques—la reputación de NASCAR está en juego.
¿Será esto suficiente para reparar el daño causado? ¿O traerá 2025 un nuevo conjunto de controversias que pongan al deporte bajo fuego una vez más?
Una cosa es cierta: la presión está sobre ellos.