La Comisión Europea anunció este martes que ha multado a 15 importantes fabricantes de automóviles y a la Asociación de Fabricantes de Automóviles de Europa (ACEA) con un total de aproximadamente 458 millones de euros por participar en un cartel que ha existido durante mucho tiempo relacionado con el reciclaje de vehículos al final de su vida útil.
El cartel fue denunciado por Mercedes-Benz bajo el programa de clemencia, que permitió al fabricante de automóviles alemán evitar la multa, mientras que los otros 15 fabricantes admitieron su participación en el cartel y acordaron resolver el caso, aunque no pudieron escapar de las sanciones.
Las prácticas ilegales tuvieron lugar desde mayo de 2002 hasta septiembre de 2017, durante las cuales estas 16 empresas y la ACEA «celebraron acuerdos anticompetitivos y participaron en prácticas coordinadas relacionadas con el reciclaje de vehículos al final de su vida útil», declaró la institución.
Las empresas involucradas son BMW, Ford, Hyundai / Kia, Jaguar Land Rover, Tata, Mazda, Mercedes-Benz, Mitsubishi, Opel, General Motors, Renault / Nissan, Stellantis, Suzuki, Toyota, Volkswagen, Volvo, Geely y ACEA.
La investigación de la Comisión Europea reveló la existencia de una infracción única y continua en el Espacio Económico Europeo (EEE), que abarcó más de 15 años, desde el 29 de mayo de 2002 hasta el 4 de septiembre de 2017, lo que permitió a los fabricantes involucrados acordar no pagar a las empresas de desmantelamiento de vehículos al final de su vida útil por el tratamiento, además de compartir información comercialmente sensible sobre sus acuerdos con estas empresas.
Además, acordaron no promover la cantidad de vehículos que pueden ser reciclados, recuperados y reutilizados, así como la cantidad de material reciclado utilizado en nuevos automóviles, para evitar que los consumidores consideren la información sobre reciclaje al elegir un vehículo, lo que reduciría la presión sobre las empresas para ir más allá de los requisitos legales.
En el caso de ACEA, fue, según la Comisión Europea, el facilitador del cártel, habiendo organizado reuniones y contactos entre los fabricantes de automóviles involucrados.