Los patrocinios son la sangre vital de NASCAR, alimentando todo, desde el desarrollo de coches hasta la logística del equipo. Pero la forma en que se gestionan esos fondos dentro de un equipo de múltiples coches como Joe Gibbs Racing (JGR) revela las intrincadas estrategias financieras que sustentan el éxito en el más alto nivel de las carreras de coches de stock. Una reciente revelación del estratega de medios de JGR, Reece Kennedy, ha iluminado cómo uno de los equipos más poderosos de NASCAR maneja los dólares de patrocinio—y es una filosofía basada en el trabajo en equipo y la colaboración.
Un Equipo, Un Presupuesto
Kennedy explicó en una sesión de preguntas frecuentes en video en el Instagram de JGR cómo la organización agrupa los fondos de patrocinio, independientemente de qué piloto asegure el trato.
“En Joe Gibbs Racing, somos cuatro coches, un equipo. Todo el dinero va a nuestro presupuesto operativo general. Los gastos se dividen equitativamente entre todos los equipos, independientemente de cuánto pague un patrocinador o cuánto gane un piloto en particular—todo va a un solo fondo, y hacemos todo como un equipo.”
Este enfoque asegura que cada piloto—ya sea Denny Hamlin, Christopher Bell, Ty Gibbs o el recién llegado Chase Briscoe—tenga acceso equitativo a los recursos, nivelando el campo de juego dentro del equipo.
Los Desafíos de Perder Patrocinadores Importantes
Esta estrategia financiera unificada se pone a prueba cuando los patrocinadores importantes se van. FedEx, sinónimo durante mucho tiempo del auto No. 11 de Hamlin, anunció su salida de NASCAR, tras la salida en 2022 de Mars, el patrocinador principal de Kyle Busch. Ambas salidas han planteado preguntas sobre la capacidad de JGR para mantener su ventaja competitiva.
La salida de Mars fue un momento crucial para JGR. Busch, un campeón de la Serie Cup en dos ocasiones y uno de los pilotos más comercializables de NASCAR, finalmente dejó el equipo en 2022, citando la incapacidad de asegurar un nuevo patrocinador. Al reflexionar sobre la situación, Busch le dijo al periodista Jordan Bianchi:
“¿Hizo JGR lo suficiente para venderme? Mi respuesta a eso es no. Me ofrecieron un contrato para correr allí sin patrocinio, pero no sentí que eso fuera justo por los 15 años que estuve allí. No quería que Joe [Gibbs] pusiera su propio dinero en el programa.”
Para JGR, la pérdida de FedEx y Mars resalta la fragilidad del modelo de patrocinio de NASCAR, donde una sola asociación puede dictar la trayectoria de la carrera de un piloto y el éxito de un equipo.
Adaptándose a un Nuevo Panorama de Patrocinio
La salida de patrocinadores de renombre refleja un cambio más amplio en el ecosistema de patrocinio. Las estimaciones de la industria sugieren que los acuerdos de temporada completa, que antes valían entre $25-30 millones por coche, ahora rondan entre $10-20 millones. Este declive ha obligado a los equipos a repensar cómo atraen y retienen a los patrocinadores.
JGR ha asegurado asociaciones clave con Monster Energy, Interstate Batteries y Bass Pro Shops para 2025, demostrando su capacidad de adaptación. Pero estos acuerdos a menudo implican más que solo la colocación de logotipos. Los patrocinadores buscan cada vez más asociaciones integradas que ofrezcan un valor tangible, como alianzas técnicas que beneficien tanto al equipo como al patrocinador.
“Los patrocinios han evolucionado más allá de los logotipos; ahora se trata de aportar valor tangible a los equipos,” dijo Joey Cohen, VP de Operaciones de Carrera en Legacy Motor Club.
Una Filosofía Colaborativa
La filosofía de JGR de “un equipo, un cubo” refleja su compromiso con el trabajo en equipo, un pilar de su éxito sostenido. Al agrupar recursos, el equipo asegura que los cuatro coches se mantengan competitivos, incluso en tiempos financieros desafiantes. Este enfoque colaborativo ha sido fundamental en los múltiples campeonatos de JGR y en su rendimiento constante en la Copa de NASCAR.
Sin embargo, también subraya la importancia de asegurar patrocinadores de alto valor. La pérdida de FedEx, una vez uno de los contratos de patrocinio más grandes de NASCAR, representa una brecha financiera significativa. Es un desafío no solo para JGR, sino para el deporte en su conjunto.
El Futuro del Patrocinio en NASCAR
A medida que el modelo de patrocinio de NASCAR continúa evolucionando, el enfoque se está desplazando hacia asociaciones que enfatizan la innovación, la seguridad y la sostenibilidad. Los equipos se están convirtiendo en bancos de pruebas para tecnologías de vanguardia, desde soluciones de seguridad para los conductores hasta sistemas energéticamente eficientes.
La capacidad de JGR para adaptarse a estos cambios será crucial para mantener su ventaja competitiva. Si bien la pérdida de patrocinadores importantes como FedEx y Mars es un revés, la estrategia financiera colaborativa del equipo asegura que se mantenga resiliente.
Para los aficionados y los expertos de la industria, la pregunta sigue siendo: ¿Puede JGR seguir prosperando sin sus patrocinadores insignia, o la presión financiera pasará factura?
En el mundo en constante cambio de NASCAR, el patrocinio es más que un acuerdo financiero—es la columna vertebral de un deporte que equilibra la innovación, la competencia y el entretenimiento. Para Joe Gibbs Racing, el desafío radica en navegar este paisaje cambiante mientras se mantiene fiel a su filosofía de poner al equipo primero.