Los críticos de Max Verstappen quedaron asombrados después de su electrizante actuación en el Gran Premio de Sao Paulo, una carrera en la que avanzó del 17º al 1º en condiciones húmedas y traicioneras, demostrando por qué es una fuerza a tener en cuenta. El director del equipo Red Bull, Christian Horner, aplaudiendo la notable hazaña, declaró que la victoria de Verstappen fue la respuesta perfecta a los escépticos que cuestionan su estilo de conducción agresivo.
Esta victoria marca la primera de Verstappen desde junio, colocándolo de nuevo en la cima y ampliando su ventaja en el campeonato a unos contundentes 62 puntos. La brillante actuación del holandés contrastó marcadamente con la tensa atmósfera que precedió al fin de semana, ya que el paddock de F1 zumbaba con conversaciones sobre sus tácticas de conducción tras dos penalizaciones por choques con Lando Norris en México. Críticos, incluido el ex Campeón Mundial de F1 Damon Hill, argumentaron que Verstappen estaba empleando tácticas de intimidación en lugar de pura destreza en la carrera.
Sin dejarse amedrentar por la crítica, Verstappen ofreció un espectáculo para la historia, mostrando valentía, control y velocidad implacable. Horner confirmó que no se necesitaba ninguna charla motivacional, ya que la fortaleza mental de Verstappen es uno de sus mayores activos. “No es el tipo de piloto al que necesitas animar,” señaló Horner. “Su resiliencia mental es enorme, y él mismo procesa todo.”
Después de Brasil, la reacción de Verstappen en el podio fue de pura alegría, y Horner comentó que fue su celebración más animada en años. “Significó mucho para él, y hoy fuimos testigos de una de las grandes actuaciones en la Fórmula 1,” añadió Horner.
Con esta destacada victoria, Verstappen ha subrayado su estatus como uno de los élites del deporte, dejando pocas dudas sobre por qué es el piloto que lidera el grupo. Como dijo Horner, “La mejor manera de responder a esos críticos es producir la carrera que él hizo hoy.”