En el reciente Gran Premio de Canadá de Fórmula 1, McLaren notó señales en Mónaco que indicaban que Mercedes representaría una amenaza. Mercedes no había alcanzado un podio en las ocho primeras carreras y estaba muy por detrás del trío líder. Sin embargo, Mercedes insistió en que había superado sus contratiempos y estaba en el camino correcto con su máquina W15. Fiel a su optimismo, Mercedes demostró su valía en el Circuito Gilles Villeneuve, con George Russell logrando la pole position y la primera posición en el podio del equipo en el año, con un tercer lugar.
Stella, de McLaren, estaba confiada en que Mercedes se uniría a la batalla en la parte delantera, basándose en indicadores intermitentes de carreras anteriores. Creía que era solo cuestión de tiempo antes de que Mercedes alcanzara consistentemente los tiempos de vuelta que habían mostrado en algunas ocasiones. Stella expresó su creencia a Autosport, afirmando que Mercedes era uno de los equipos más rápidos según sus tiempos de vuelta en Mónaco y eventos anteriores. Reconoció que McLaren no pudo igualar esos tiempos de vuelta en la misma fase del fin de semana, incluso con combustible bajo y rendimiento del motor. Stella reconoció el potencial de Mercedes y su progreso en aprovecharlo.
La mejora repentina en el rendimiento de Mercedes puede atribuirse a la introducción de un nuevo alerón delantero en Mónaco. Este nuevo componente resolvió los problemas de equilibrio que estaban limitando su velocidad. Anteriormente, Mercedes enfrentaba dificultades en circuitos que requerían que el coche fuera optimizado tanto para curvas de alta velocidad como para curvas de baja velocidad a lo largo de una vuelta. Sin embargo, las imágenes a bordo revelaron que el alerón delantero de la última especificación hizo que el W15 fuera mucho más fácil de controlar para los pilotos. Stella comentó que no era sorprendente que Mercedes hubiera desbloqueado rendimiento trabajando en el alerón delantero. Sugirió que el alerón delantero anterior podría haber sido demasiado experimental o no se estaba comportando como se esperaba. Con su nuevo desarrollo, la parte delantera de Mercedes parecía ser muy fuerte y los pilotos apenas necesitaban girar el volante para conducir el coche por las curvas.