A pesar de los incendios forestales que han incinerado más de 24,000 acres cerca de Homestead, Florida, las carreras de NASCAR en el Homestead-Miami Speedway no muestran signos de detenerse. Esta inquietante decisión, aparentemente en desacuerdo con la habitual política de seguridad de NASCAR, ha suscitado, como era de esperar, descontento entre los aficionados y los equipos por igual.
La ansiedad en torno a los próximos enfrentamientos de Truck, Xfinity y Cup Series es palpable mientras los asistentes recuerdan el precedente establecido en 1998. La carrera Pepsi 400, originalmente programada para el Cuatro de Julio en el Daytona International Speedway, fue pospuesta para el otoño debido a incendios forestales en el centro de Florida. Los aficionados están instando fervientemente a NASCAR a emular esta decisión histórica, pero sus súplicas parecen caer en oídos sordos, incluso cuando el humo de los incendios es visible desde el óvalo de 1.5 millas del Speedway.
El fuego comenzó su destrucción el lunes por la tarde en el sur del condado de Miami-Dade, evocando los incendios forestales de California a principios de este año. La conflagración ha dejado devastación a su paso en el sur de Miami y los Upper Keys. A pesar de los esfuerzos hercúleos de los bomberos que trabajan sin descanso, no hay alivio a la vista ya que no se prevé lluvia y el fuego continúa avanzando ominosamente cerca del Homestead-Miami Speedway.
A pesar de estas alarmantes circunstancias, NASCAR y FOX Sports se mantienen optimistas. Bob Pockrass de FOX Sports informó en Twitter que el incendio forestal no había impactado los preparativos para el fin de semana de carreras en Homestead y el cronograma permanecía sin cambios. Este optimismo parece discordante con la realidad en el terreno. Jamie Little de FOX NASCAR pintó un cuadro más convincente, tuiteando sobre los incendios de maleza cerca de la pista de carreras, el cierre de carreteras y un cambio necesario de hotel.
La decisión de proceder con el fin de semana de carreras parece estar llena de riesgos. El humo de los incendios podría afectar drásticamente la calidad del aire. Miami-Dade Fire Rescue ya ha emitido advertencias para que se suban las ventanas y se configuren los aires acondicionados en modo de recirculación al viajar hacia el Homestead-Miami Speedway. Además, el incendio en curso ha resultado en cierres de carreteras, lo que podría causar retrasos significativos en el tráfico.
El sentimiento de los aficionados se inclina fuertemente hacia la cancelación o reprogramación de la carrera. La preocupación no es infundada, considerando las posibles consecuencias desastrosas de correr en medio de incendios forestales. Un aficionado expresó sus inquietudes, diciendo: «No sé por qué simplemente no reprograman la carrera.» La mala calidad del aire, los cierres de carreteras y el peligro inminente de estar cerca de los incendios han llevado a los aficionados a cuestionar el aparente desinterés de NASCAR por su experiencia.
La decisión de la Pepsi 400 de 1998 es un faro para los aficionados en estos tiempos difíciles. Un aficionado recordó los incendios forestales que hicieron que la primera carrera de superspeedway se celebrara por la noche el 17 de octubre, en lugar del Cuatro de Julio. La pregunta ahora es si NASCAR escuchará las lecciones de la historia, priorizará la seguridad de los aficionados y reprogramará la carrera, o continuará en medio de la amenaza latente de incendios forestales. Con el Homestead-Miami Speedway albergando alrededor de 46,000 aficionados, las apuestas son altas. La decisión de NASCAR podría sentar un precedente significativo para futuras carreras.