En el mundo de alto riesgo de la Fórmula 1, la audaz estrategia de McLaren de ‘dejarles correr’ podría ser el factor que lleve a su caída en la intensa batalla por el título de campeonato.
A medida que avanza la temporada 2025, los tres mejores pilotos están inmersos en una feroz competencia, con solo 22 puntos que los separan. El propio Oscar Piastri y Lando Norris de McLaren ocupan actualmente las primeras y segundas posiciones, respectivamente. Sin embargo, la decisión del equipo de tratar a ambos pilotos por igual, sin ningún trato preferencial, plantea dudas sobre su capacidad para asegurar su primer doble campeonato desde 1998, especialmente con el campeón defensor Max Verstappen aún en contienda.
A diferencia de algunos otros equipos, McLaren ha optado por no imponer órdenes de equipo, permitiendo que Piastri y Norris compitan en igualdad de condiciones. Este enfoque se extiende a sus batallas en pista, con el equipo absteniéndose de intervenir en sus duelos de carrera. Si bien esta estrategia ha evitado hasta ahora desastres importantes, ha suscitado preocupaciones de que la renuencia del equipo a designar un claro piloto líder podría, en última instancia, obstaculizar sus aspiraciones al campeonato.
Durante el reciente Gran Premio de Emilia-Romagna, la competencia interna en McLaren estuvo a la vista cuando Norris, con neumáticos más frescos, se acercó a Piastri hacia el final de la carrera. A pesar de la ventaja potencial, no se dieron órdenes de equipo, lo que llevó a una tensa batalla en pista entre los compañeros de equipo.
La decisión del equipo de no intervenir en tales situaciones ha recibido tanto elogios como críticas. Si bien muestra el compromiso de McLaren con la competencia justa, algunos argumentan que priorizar la gloria individual sobre el éxito del equipo podría resultar perjudicial a largo plazo.
Con el Gran Premio de Mónaco en el horizonte, la presión está aumentando para McLaren, ya que tanto Norris como Piastri buscan su primera victoria en este prestigioso evento. Las implacables calles de Mónaco no dejan espacio para errores, y cualquier paso en falso podría abrir la puerta a Verstappen para capitalizar la mala fortuna de sus rivales.
A medida que avanza la temporada, la batalla por la supremacía dentro de McLaren se intensifica, generando dudas sobre las posibilidades del equipo de hacerse con los títulos de pilotos y constructores. Con Verstappen acechando de cerca, listo para aprovechar cualquier oportunidad que se presente, McLaren debe navegar cuidadosamente la delgada línea entre permitir que sus pilotos compitan y asegurar su éxito colectivo.
En el despiadado mundo de la Fórmula 1, donde milisegundos pueden determinar la victoria o la derrota, el inquebrantable compromiso de McLaren de ‘dejarles competir’ puede ser, en última instancia, el factor decisivo en su búsqueda de la gloria del campeonato.