La comunidad de NASCAR está llena de emociones encontradas tras la reciente escalada en la continua «guerra de charters». El conflicto alcanzó su punto máximo el miércoles pasado cuando 23XI Racing, co-propiedad de Michael Jordan, y Front Row Motorsports (FRM) de Bob Jenkins, presentaron una demanda federal antimonopolio contra NASCAR y su CEO, Jim France. La demanda, que acusa a NASCAR de prácticas monopolísticas, ha dividido a los aficionados, equipos y partes interesadas en el deporte.
El problema central detrás de la demanda gira en torno a la oferta de NASCAR de un nuevo acuerdo de charter que se extendería de 2025 a 2031. 23XI y FRM fueron los únicos dos equipos que se negaron a firmar el acuerdo, citando términos injustos. El acuerdo aseguraría la participación a tiempo completo de los equipos y garantizaría ingresos, pero según los dos equipos, era una oferta de «tómalo o déjalo» sin espacio para negociación, lo que los llevó a tomar medidas legales drásticas.
El periodista senior de NASCAR, Jordan Bianchi, en su último episodio del podcast The Teardown, explicó por qué esta demanda fue el último recurso para 23XI y FRM. Bianchi destacó que presentar la demanda fue un movimiento de “Hail Mary” por parte de los equipos, que sentían que no tenían otras opciones.
“¿Cuál es la única cosa que podemos hacer [23XI, FRM]? Y eso es ir a la corte y convencer a 12 personas en un jurado de que esto es un monopolio y que ellos decidan cuál es la pena. No veo qué más podrían hacer.”
Bianchi explicó además que al negarse a firmar el acuerdo, ambos equipos corren el riesgo de perder sus lugares garantizados en el campeonato para la temporada 2025. Sin una carta de franquicia, 23XI y FRM se verían obligados a presentar inscripciones abiertas, lo que les costaría millones en ingresos perdidos. Esto dejó a los equipos con poco margen de maniobra, excepto para buscar acciones legales, con la esperanza de asegurar un mejor resultado.
“Quiero decir, pueden seguir compitiendo como un coche abierto, lo cual no sirve de nada porque van a perder millones de dólares. Así que, esta era la jugada. Este es el Hail Mary, esto es todo. Todo se reduce a esto. Sabes, es fascinante, y pasas por todo.”
Una de las acusaciones clave en la demanda es que NASCAR está operando como un monopolio ilegal. La demanda alega que el control de NASCAR sobre el deporte, particularmente a través de su propiedad de la serie ARCA y varias pistas de carreras, es parte de una estrategia más amplia para sofocar la competencia. Bianchi reconoció que este punto podría ser perjudicial para NASCAR, especialmente si se presenta de la manera correcta en el tribunal.
“Muchas de las pistas que compraron, si lo presentas de la manera correcta en el tribunal y le dices a un jurado, ‘Bueno, compraron todas estas pistas y las trajeron a casa para que puedan hacer lo que quieran.’ Y puedes mostrar, mira, le quitamos una fecha a esta pista, y le quitamos una fecha a esta otra pista y están dictando todas estas cosas… ellos ven esto, la totalidad de ello y como, oh, hicieron X, Y y Z, sí, puedo verlo.”
La demanda ha provocado reacciones mixtas dentro de la comunidad de NASCAR. Mientras que algunos aficionados e insiders aplauden a 23XI y FRM por levantarse contra lo que perciben como prácticas injustas, otros se preocupan por las consecuencias a largo plazo para el deporte. Muchos temen que la batalla legal pueda prolongarse durante años, causando un daño significativo a la reputación de NASCAR y desestabilizando la relación entre los equipos y el organismo rector.
El análisis de Bianchi subraya que, si bien 23XI y FRM tienen puntos válidos a su favor, la demanda tiene el potencial de convertirse en una prolongada y fea batalla legal que podría tener serias ramificaciones para todos los involucrados. Ya sea que los equipos ganen o pierdan, el impacto de la demanda probablemente moldeará el futuro de NASCAR de maneras significativas.
Mientras tanto, tanto los aficionados como los interesados estarán observando de cerca mientras se desarrolla el drama legal, con el destino del sistema de cartas de NASCAR y el equilibrio de poder en el deporte pendiendo de un hilo.