Toyota está fijando la vista en una audaz expansión en China, con el objetivo de producir al menos 2.5 millones de vehículos anualmente para 2030—una reestructuración estratégica diseñada para recuperar cuota de mercado frente a la feroz competencia de rivales locales como BYD. Este ambicioso objetivo, compartido por fuentes cercanas al asunto, marca un cambio notable para el mayor fabricante de automóviles del mundo, enfatizando el compromiso de Toyota con el rápidamente evolucionando mercado automotriz de China, donde las marcas locales han tomado la delantera.
A diferencia de varios fabricantes de automóviles globales, incluyendo otras firmas japonesas que están reduciendo operaciones en China, Toyota planea aumentar aún más su capacidad de producción, potencialmente alcanzando los 3 millones de vehículos para finales de la década. Esto representaría un salto sustancial, con un aumento del 63% respecto a los 1.84 millones de vehículos que produjo en China durante su año pico en 2022.
Parte de esta nueva estrategia es el plan de Toyota de estrechar la integración entre sus brazos de ventas y producción en China, enfocándose en mejorar la eficiencia dentro de sus dos empresas conjuntas en el país. Con este movimiento, la compañía está señalando a los proveedores su compromiso a largo plazo con el mercado chino—un paso crítico para asegurar su cadena de suministro en medio de la creciente competencia.
Para asegurar el éxito de sus ambiciosos objetivos de producción, Toyota planea trasladar gran parte de la responsabilidad del desarrollo de vehículos a sus equipos basados en China. Ingenieros locales, que tienen un mejor entendimiento de las preferencias del consumidor chino, liderarán las innovaciones en tecnología de vehículos electrificados y conectados, que son particularmente demandadas en el mercado tecnológico de China.
En respuesta a las consultas de Reuters, Toyota enfatizó su enfoque en fabricar «coches cada vez mejores» para China y reconoció la intensa competencia en el país. A medida que la compañía refuerza su presencia en China, su enfoque señala un cambio hacia la producción e innovación impulsadas localmente—una estrategia que podría posicionarla como un jugador formidable en los mercados de coches eléctricos y conectados que están definiendo cada vez más el futuro automotriz en China.