En un cambio sísmico para la Fórmula 1, el equipo de Audi Works se está preparando para una entrada dramática en el deporte para 2026, fijando su mirada en nada menos que la gloria del campeonato para 2030. Con el exdirector de Ferrari, Mattia Binotto, ahora al mando, el audaz plan de Audi tiene todos los ingredientes de una saga de F1 de alto riesgo. Sin embargo, el camino por delante es desalentador, ya que el equipo con sede en Suiza actualmente languidece en el fondo de la clasificación, con cinco carreras restantes en una temporada carente de puntos durante más de un año.
Las apuestas no podrían ser más altas para Binotto, quien llegó en agosto para transformar un equipo en dificultades plagado de cambios de personal y baja moral. A pesar del sombrío telón de fondo, el italiano nacido en Suiza confía en que puede reconstruir a Audi en un contendiente al título. Basándose en su amplia experiencia de la era dorada de Ferrari, Binotto sabe lo que se necesita para llevar a un equipo desde las profundidades del fracaso hasta la cima del éxito.
“Cuando comencé en Ferrari en 1995, estábamos muy atrás. Las bases, la cultura y la mentalidad no estaban allí”, explicó Binotto durante el fin de semana del Gran Premio de EE. UU. Sus palabras resonaron con una batalla similar que enfrentó Ferrari en los años 90. Bajo el liderazgo de Jean Todt, y con la llegada de leyendas como Michael Schumacher y Ross Brawn, Ferrari se transformó de un equipo en apuros a un gigante, asegurando seis títulos de constructores consecutivos a partir de 1999.
Binotto no tiene ilusiones sobre la magnitud del desafío que enfrenta Audi, y no está endulzando la dificultad del camino por delante. “Convertirse en un equipo ganador en Fórmula 1, ese es el objetivo”, declaró Binotto. Enfatizó que construir un equipo de calibre campeón generalmente toma de cinco a siete años, añadiendo: “Nuestro objetivo es para 2030 ser capaces de luchar por un campeonato.”
El plan de Audi no se trata solo de metas a largo plazo; están invirtiendo fuertemente en su proyecto de F1 para crear una base sólida para el futuro. Pero la fase de reconstrucción probablemente será un proceso lento, con ganancias inmediatas lejos de estar garantizadas. Ayudando a Binotto en esta búsqueda está Jonathan Wheatley, quien hará el salto de Red Bull como director del equipo en 2024, aportando una gran experiencia de los campeones reinantes.
Las elecciones de pilotos también jugarán un papel crítico en el futuro de Audi. Nico Hulkenberg ya está confirmado para 2024 y 2026, pero Binotto enfrenta una difícil decisión sobre quién se unirá a él. El objetivo inicial de Audi, Carlos Sainz, decidió quedarse con Williams, dejando la puerta abierta para una amplia gama de candidatos. El piloto veterano Valtteri Bottas aporta experiencia, mientras que jóvenes talentos como Mick Schumacher, Franco Colapinto y el líder de F2 Gabriel Bortoleto podrían inyectar energía fresca al equipo. Zhou Guanyu, que actualmente compite para el equipo, también está en la mezcla, pero se le ve como una opción menos probable.
Mientras Audi traza su estrategia de pilotos, Binotto está sopesando los méritos de la experiencia frente a la exuberancia juvenil. “Tener dos pilotos experimentados es la mejor manera de ayudar a un equipo a desarrollarse, pero un novato puede aportar nueva energía y aire fresco,” explicó. Con una decisión esperada para mediados de noviembre, las apuestas para la futura alineación de Audi son altas.
El desafío que se avecina es enorme, pero si alguien puede lograr un milagro en F1, ese es Binotto. El viaje de Audi desde la parte trasera de la parrilla hasta la delantera será largo, pero su ambición es clara: para finales de la década, planean ser contendientes al campeonato, revolucionando el deporte y apuntando a lo más alto.